jueves, 31 de julio de 2008

ARENGA A LA SOBERVIA

AUTOR: MUNIR EDUARDO ELUTI CUETO.

GENERO LITERARIO: ENSAYO CRÍTICO PERSONAL.


ENSAYO ENCARGADO POR LA SEÑORA SANDRA SANTANA. PROFESORA Y DISEÑADORA GRAFICA.



“No es correcto utilizar un concepto, acuñado por Pablo de Rokha para referirse a una obra de Pablo Neruda”. Como lo habría dicho Alone. (Hernán Díaz Arrieta, escritor y crítico literario chileno), por toda la sobervia que se ve implicada el poema de contestatario correspondiente a la guerrilla literaria, en la cual participó intensamente de Pablo Neruda, “Aquí estoy“, publicado en los diarios de España. Y el libro de Pablo de Rokha “Arenga sobre el arte”, o sea establecemos una relación de tipo literaria, utilizando dos conceptos específicos; por dos grandes poetas extremadamente antagónicos. Ahora bien, si retomamos toda la doctrina del catolicismo, podemos afirmar que nos exige ir a misa los domingos. Y nos excusamos en esta ley para luego tener libertad persona, que la pasamos a libertinaje y por supuesto al libre albedrío personal. Perfectamente podemos llevar una vida normal, con nuestros personales principios de moralidad; y sin necesariamente ser santos, ni dejarnos llevar por los excesos. Ya que como dice un dicho popular chileno, “caras vemos, pero corazones no sabemos”, damos a conocer frente a la sociedad, nuestra mejor cara, pero ocultamos a veces sin querer nuestro lado oscuro, como los que gobiernan a los sith, los yedis del lado oscuro de la fuerza citando a George Lucas. Nuestro lado oscuro puede contener el egoísmo personal, llevado a innumerables planos, o el materialismo colectivo que es una intensa manifestación del hedonismo propio de cada uno de nosotros. Que es el placer de consumir y comprar objetos materiales sean estos necesarios o innecesarios. Porque a veces pensamos que el comprar cosas materiales, es sinónimo de comprar felicidad personal. Y cuando no tenemos los medios económicos para adquirirlos, generamos intensamente tristeza, frustración, decepción y pena. Desde el interior de nosotros mismos. El solo hecho de poseer dinero, nos genera inconscientemente un egoísmo, que como dice la sabiduría popular de los analfabetos, “el dinero es lo más ingrato que tiene el hombre, lo tienes hoy día si, y mañana no”. Ahora como versa otro dicho popular chilenos, “poderoso caballero es don dinero”, nos hace satisfacer nuestras necesidades personales que sí son indispensables según nuestro propio punto de vista personal. Eso sí, sin caer en vicios, lujos, y sin querer a veces dejamos de lado la moral y las virtudes. Claro que a veces en este consumista devenir de productos placentero, olvidamos las consecuencias personales, que pagamos en nuestro propio cuerpo por seguir el camino de estarlo pasando súper bien, con todos los placeres que nuestros medios económicos nos pueden llevar a adquirir. Y una gran enseñanza sabia a nivel popular y rural, dicta que “la simple cortesía al prójimo, es gratis”. Porque a veces la desapercibida y modesta humildad, es la más orgullosa de las soberbias. Que nos puede llevar a evitar acaloradas y poderosas discusiones en el plano personal y cotidiano. Lo que nos lleva a un difícil campo que es el dominio de sí mismo, donde a veces años de sabiduría y estudios académicos de los libros, no nos logran conducir a él. Ahora el dinero compra personas, bienes, cosas, materiales, placeres, propiedades, campos, ciudades, países enteros, pero cabe preguntarnos, ¿nos puede comprar nuestra felicidad o paz interior?. O llevarnos al plano moral donde las profesiones, se utilizan personalmente de quienes la posean, en medios para su propio beneficio económico, y no para ayudar filantrópicamente a los demás. Y muchas veces, y en innumerables casos puntuales, esta ayuda, no nos demanda sacar el dinero de nuestros bolsillos.


DESCRIPCION BREVE Y PUNTUAL DE LOS ORGULLOSOS


Entre las características más reconocidas de los orgullosos, podemos encontrar, al altanería, la soberbia, la prepotencia, la indiferencia, la impersonalidad, la inmutabilidad, la arrogancia, la inconciencia, el egocentrismo, el no escuchar un consejo dado por buena persona que puede considerase de buena fe. Y con sus mejores intenciones personales, (según sus capacidades de todo tipo) del mundo. Y si tomamos en cuenta el punto de vista que nos expone la iglesia, “ante dios todos somos iguales”. Claro que desde un punto de vista de auto cuestionamiento duele en lo personal negarse a si mismo, o negar su personal autenticidad, por errónea que este, vista desde un ángulo de principios y ética y moral. Ya que nadie es totalmente malo al 100%. Vale decir dentro de su vida habrá alguna cualidad personal o mérito que lo hayan hecho actuar de buena forma en algún momento determinado. Ahora bien si somos generosos de corazón no de dinero, esto nos lleva a un buen camino, usando el altruismo, la fraternidad, la bondad, y la filantropía, que es el querer hacer el bien a los demás, de una forma desinteresada y específicamente gratis, en lo que se refiere al plano económico personal. Dejando de lado el personal egoísmo y egocentrismo, Porque no es fácil desprenderse de lo que uno considera valioso, tanto en un plano personal como económico, y como dice la sabiduría popular chilena, “no lo valoraste hasta que lo perdiste, porque siempre lo tuviste y no te distes cuenta de lo valioso que tenías a tu lado.” Y como dicen los sith, que “los que tiene un gran poder, cualquier día temen perderlo”. Y para finalizar este ensayo cito de ejemplo literario al personaje principal de la obra de Gabriel García Márquez “El coronel no tiene quien le escriba”, que no usaba sombrero...porque así no tenía que andar desquitándoselo delante de nadie.


FIN.

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