El
inconsciente colectivo, sin que sea necesario recurrir a los genes, es
simplemente el conjunto de prejuicios, de mitos, de actitudes colectivas de un
grupo determinado.
Frantz Fanon
De tiempos inmemoriales, se han tenido registros de
que la humanidad a lo largo del desarrollo de su cultura, ha realizado viajes a
lo largo del mundo. Este hecho, es el producto de la herencia y evolución que
han tenido las civilizaciones con el correr de los años. Es una realidad pero que siempre ha tenido
representaciones e ideas, en la mente del ser humano, vale decir con sus
respectivas imágenes simbólicas en el pensamiento, expresadas por medio del
lenguaje. Y estas ideas hacían soñar a Cristóbal, que deliraba
con conquistar el mundo. Porque en medio de sus estudios, que eran su fuente y
pasión a los que dedicaba su vida, se nutrían sus sueños de navegante. Porque
Cristóbal tenía ya sus propias divagaciones personales; que lo hacían soñar con
encontrar un nuevo mundo, y así convertirse para la posteridad de la humanidad,
en un héroe. Además en lo que serían sus futuros viajes marinos,
Cristóbal pensaba encontrarse con dragones, serpientes, demonios, aves, monstruos de leyendas nunca vistos, y por
supuesto con enormes e imaginarias bestias de los mares, por lo que debía ir
preparado para tales travesías. Claro que dichas ideas y sueños que tenía Cristóbal,
no eran compartidos por las masas, sino que eran contenidos muy propios de él,
íntimos e individuales. En los que radicaba su espíritu de creerse un futuro
héroe, con un valor que tendría posteriormente; y que soñaba con ser universal;
por ser sueños muy personales e idealistas. Porque la meta que tenía Cristóbal de ser héroe, en
contraposición y contradicción a lo que le planteaban las masas, tenía por
finalidad expresar su más profunda genuinidad, vale decir autenticidad y de
esta forma demostrar que su imaginario legado, algún día servirá para la
humanidad dando expresión a un aspecto del alma humana individual, hacia lo
universal. Debido a que lo que planteaban las masas, era que los
proyectos que exponía Cristóbal, sólo eran un legado de su imaginación, vale
decir correspondientes a sus desbordadas fantasías propias del campo de los
mitos, por consiguiente creados por el hombre. Claro que eran tantas las divagaciones y sueños de
Cristóbal, que en más de una ocasión, las masas lo tildaban de trastornado, por
creer que sus contenidos abarcaban todos
los tiempos y lugares del mundo, representados por símbolos desconocidos eran
sólo producto de su desbordada imaginación, vale decir contenidos de la psique
humana que están más allá de la razón. Y dichas materias trascendían todo lo conocido
convencional y culturalmente por las masas, que tenían sus prejuicios
arraigados fuertemente a la religión católica. Ya que las masas eran muy
dogmáticas, en lo que se refiere a
sus planteamientos de religión; debido a que los sueños de Cristóbal tenían
total relación con la naturaleza inexplorada por el hombre. De esta forma las masas sostenían que si Cristóbal
hiciera realidad sus proyectos, sería como enviarlo por medio de un
metafísico viaje hacia la luz, o hacia
su muerte; existiendo la posibilidad de encontrarse con lo desconocido porque
no sabría con qué se encontraría al final de él. Si con monstruos de leyendas,
hombres, riquezas, o si es que volvería de tan arriesgada, inviable e
instintiva empresa. El planteamiento que tenían las masas, debido a su
dogmatismo era objetivo e incuestionable; frente a las ideas personales de Cristóbal, por ser estas de
naturaleza personal y subjetivas, propias de un soñador, ya que ellas
albergaban sus propios deseos personales, y de esta forma consideraban a
Cristóbal como un quimerista irreflexivo. Y como todo soñador incorregible, Cristóbal anhelaba
con cruzar el mundo, llegando al lejano oriente desde Europa navegando por el
Atlántico rumbo al oeste, por exponerla a las masas sus teorías consistentes en
el tamaño de la esfera mundial más pequeña de lo que realmente es; y creyendo
estas especulativas exposiciones plantearía que existirían tierras más cercanas
a Europa. Entonces Cristóbal fue el primer navegante en llegar
al nuevo mundo, estableciendo el comercio y el nutriendo de alimentos que no
tenían las masas, como tabaco, maíz, papas, cacao, pimiento, zapallo y poroto
entre otros; logrando ser un héroe para las masas, y también uno universal para
toda la humanidad.
FIN
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