sábado, 12 de mayo de 2018

EL PRÍNCIPE SUPREMO

ESTUDIO DE ESTÉTICA Y LITERATURA

«Discutir la naturaleza y la significación de la experimentación estética sería demasiado largo. Basta aquí con sugerir que las mejores obras de arte, sean literarias, plásticas o musicales, nos proporcionan algo más que un mero placer; nos informan respecto a la naturaleza del mundo.»
Aldous Huxley



En el presente libro, planteo mis teorías literarias de lo que sería escribir y crear un cuento, recogiendo elementos propiamente tales de lo que es la historia en sí, pero dilecto lector, establezco el objetivo parámetro, de que no intercalo en el desarrollo de mi pluma, la ficción. Porque en lo que es la escritura y construcción de un relato o cuento, encontramos una expresión con dos acontecimientos: El artístico, el cual constituye el aspecto estético; y el temático que contiene la esencia de lo que el escritor desea comunicar. Por consiguiente, en la construcción de un relato, concurren dos procesos lingüísticos que se articulan e integran: La forma y el sentido. O sea son planos narrativos, en los que en la forma el escritor organiza los distintos elementos estructurales para conformar la trama; y en el sentido el escritor realiza las operaciones lingüísticas necesarias para darle al cuento la estética. Y estos conceptos llevados al plano de la narrativa, significa la historia que estamos contando, y por otro lado el placer de la propia lectura. La estética del discurso narrativo, tiene que seducir al lector, y su importancia está en que es su primer punto de contacto con la historia, porque invita al placer de la lectura, para sumergir al lector, en el segundo plano, el fondo, vale decir el sentido del relato. Álvarez Espino y Góngora Fernández plantean que la obra de arte es producto fundamentalmente del talento y de la imaginación. Y reconocen que sin la ayuda de los procedimientos técnicos resultaría imposible abarcar la perfección. Y es pertinente citar que el estudio de la literatura, es determinado por la gran academia. Porque el conocer los secretos resulta útil para acercarse al ideal de perfección estética. Ahora bien, para dar una definición de experiencia estética, es pertinente citar que es un modo de encuentro con el mundo, con los objetos y situaciones ya sean naturales y creadas por el ser humano; que produce a quien lo experimenta un placer. Un conjunto de emociones y un tipo de conocimiento que puede considerarse de tipo estético, como la atención activa y la apertura mental. Jauss plantea que la literatura se considera como un fenómeno pensado para el lector, vale decir para el receptor, porque la recepción ha estado presente en casi toda la teoría literaria del siglo XX. Ateniéndome a lo que es el principio de lo que es la teoría literaria, vale decir una disciplina general, descriptiva, que se ocupa en literatura; supeditado a lo que es la historia de la literatura, por eso es que yo recojo elementos de la historia en lo que es la fabricación y escritura de un cuento. Y si hablamos de literatura, y sus obras abarca las significaciones en tres orientaciones científicas y metodológicas, que son convergentes y complementarias: La dimensión filosófica, preceptiva e histórico-crítica. Pero mi intención de escribir la lana, no va por el lado de la filosofía, sino por el planteamiento de lo que es la literatura, con acercamientos a la historia, en lo que es la confección de un cuento; y del presente libro. Porque la escritura es un fenómeno netamente personal, subjetivo y heterogéneo, y además profundamente social y cultural.  Ya que el libro es un dispositivo estético que privilegia la lectura, y la estética literaria no se encuentra en la lectura de la documentación, sino en el trabajo que el escritor realiza de la planeación de su obra, siendo fundamental la recepción de su obra en el receptor, o más bien dicho, en el lector. Al definir la dimensión filosófica, tiene su carácter teórico y propone la identificación y formulación de los principios estéticos que deben inspirar la obra literaria. Porque la base filosófica, da a los estudios literarios la solidez teórica y la racionalidad didáctica. El enfoque preceptivo es de índole prescriptivo y dicta las leyes tanto generales, para todo tipo de composición, como particulares, para cada uno de los géneros que se han de cumplir en su composición, en este caso particular y valga la redundancia, el cuento. Y por último la dimensión histórico-crítica,  de naturaleza y objetivos más prácticos facilita los datos y los instrumentos para conocer el origen y progresos de la literatura en general y el mérito de los escritores, por medio de análisis filosófico. Es pertinente citar en literatura, dilecto lector que la originalidad del libro es determinada precisamente por el carácter global de su contenido. Claro que no puedo descuidar el punto de vista filosófico porque la teoría literaria se inicia con la técnica milenaria, planteada por Aristóteles, en sus tratados de retórica y poética, vale decir las teorías constructivas del discurso propiamente tal. Y desde este punto de vista, la técnica literaria es definible como la ordenación de principios, normas, y saberes acerca de lo que es la construcción de la literatura. Dando como resultado una teoría explícita o a priori, doctrinal, prescriptiva e ideológica; porque la teoría literaria en tanto define implícitamente a posteriori la perspectiva de una serie de ideas o pensamientos, inferidos o re construibles mediante la reflexión y el análisis sobre el objeto literario dado. La teoría literaria, señor lector, es relacionada con la retórica y la poética, siendo parte de la filología, en lo que se refiere a la elaboración de una obra verbal; y también la teoría literaria para aclarar más este concepto, se vincula con la estética; que representa el horizonte más general, y filosófico en el cual queda definida la literatura, en lo que es su creación, propiamente tal.

LA ESTÉTICA Y SU HISTORIA

Desde un punto de vista histórico, la teoría estética, propiamente tal nace en 1750 con Alexander Gottlieb Baumgarten, por su relación entre la filosofía y la literatura. Y tiene como representantes a: Diderot, Moses Mendelssohn, Gelessing, Herder, Kant, Schiller, Schelling y Hegel, que se basaron en las artes plásticas para derivar a la literatura. Dando paso con esto al nacimiento de la moderna teoría literaria, que floreció de un diálogo de la estética con la tradición filológica. Existen otros autores como: Schlegel, Novalis y Baudelaire, que fueron fundamentales para la reflexión sobre la literatura, ya que en estos autores la teoría literaria nunca dejó de ser realizada al lado de la teoría de las artes plásticas, y de la propia creación de obras literarias. Sólo a lo largo del siglo XIX, con la creación de los departamentos de filología, surgieron los teóricos especializados sólo en literatura. En el transcurso del siglo XX, encontramos a diversos filósofos que tuvieron una importante producción de teoría literaria y de estética: Heidegger, W. Benjamin, Adorno, HG. Gadamer, P. Ricoeur, J. Derrida y G. Deleuze. Además existieron teóricos de la literatura, que influenciaron el pensamiento estético: G. Bataille, M. Banchot, R. Barthes, T. Todorov, G. Genette, y Adorno. Y la estética, tiene una gran dependencia en relación a la literatura.

LA ESTÉTICA Y SUS DEFINICIONES

Porque la estética es una disciplina moderna y autónoma, relacionada con la teoría literaria. Pero no puedo continuar la presente exposición sin definir lo que es la estética: Es una filosofía del arte, porque es la ciencia que se encarga del estudio de la belleza, y; desde un punto de vista filosófico, la búsqueda de la verdad a través del arte, la percepción, y la sensación del ser humano. Porque la estética es una disciplina moderna y autónoma, relacionada con la teoría literaria, la retórica y la poética, y el objeto de estudio de la estética es “la idea de lo bello, estudiada en su esencia y en sus formas”; distinguiendo cinco puntos:

1- El examen de la naturaleza de los objetos que despiertan en el alma el sentimiento de belleza, el deseo de imitarlos y la voluntad de corregirlos.
2- La investigación del primitivo origen o la fuente primera de la belleza.
3- El descubrimiento de las relaciones de las diferentes manifestaciones y la revelación de sus riquezas.
4- La interpretación de sus significados.
5- La identificación de sus fines.

Y en el ámbito de las letras, la estética estudia los recursos utilizados y los objetivos perseguidos por el artista; y desde un punto de vista clásico tiene por objeto de estudio la verdad, en los últimos siglos con la influencia de los medios de comunicación de masas, la estética se lleva al artista, en este caso al escritor a la introspección, estudiando la esencia del ser humano, sus sentimientos y percepciones. Para ilustrar más al lector, cito a Umberto Eco y su definición de la estética: Se entiende toda obra literaria como una obra inacabada hasta el momento en que entra en acción, la perspectiva del lector; su interpretación basada en su propio bagaje cultural y personal. Y por consiguiente existe la “estética literaria”, la que se refiere al objeto literario y logra disciplinar a la teoría literaria. Y me detengo en este punto, para definir y exponer lo que es la estética literaria, que es el campo disciplinado más general de la ciencia de la literatura. Tiene por objeto de estudios las ideas y conceptos, problemas y teorías o doctrinas de la poética, la crítica literaria, constituyendo la estética literaria el desenvolvimiento más comprensivo y filosófico de la ciencia de la literatura.

LA OBRA LITERARIA Y SUS DEFINICIONES

Le entrego al lector una creación personal de lo que es la narrativa, vale decir el cuento desde mi personal creación literaria, por supuesto basándome en hechos ya registrados cronológicamente conocidos comúnmente como la historia. Pero no es mi intención ser un historiador, porque no lo soy dilecto lector, ya que estaría faltando a mi rol de escritor. Yo recojo elementos de la historia para confeccionar y escribir un cuento propiamente tal. Según Ingarden, la obra literaria se define como: “Una formación puramente intencional que tiene la fuente de su ser en actos de conciencia creativos de su autor, cuyo fundamente físico, está en el texto escrito o en otro medio físico de reproducción”. Y me detengo en este punto, para enfatizar que una obra literaria es el resultado de la creatividad del autor, para ser leída y comprendida por el lector. Porque la obra literaria trasciende la conciencia del autor, para llegar al lector, dándole a este último, la posibilidad de dar un significado a la obra leída, desplegando su imaginación. Para Ingarden la estructura de un texto se determina por las maneras en que este puede ser realizado, definiendo al texto como una estructura potencial que se concreta gracias al lector. Para citar a otro autor, Iser, define a una obra literaria como: “Un registro documental de algo que existe o ha existido, una reformulación de una realidad ya formulada que trae al mundo algo que no existía antes”. Y me detengo en este punto para exponer que de esto se trata mi personal creación y escritura de un cuento. De tomar una realidad, y expresarla en mi plana como una nueva creación personal. Este es mi aporte. Porque Iser, plantea que la obra literaria tiene dos planos el artístico que es el creado por el autor, y esta es mi personal y literaria visión de lo que es mi literatura, y el otro estético que es dado por la concreción realizada por el lector. El proceso de la lectura, está concebido en virtud de una realidad dada por la actualización del texto que hace el lector. Ahora bien, dilecto lector. Entre los diferentes lenguajes que el hombre ha creado para expresar lo que ve, siente, piensa, y quiere ser la literatura es una de los más primigenios; porque se construye en su estrecha relación con el mundo.

EL TEXTO LITERARIO

El texto literario es aquel que forma parte de alguno de los géneros de la literatura y la escritura artística, en los que la forma otorgada al mensaje es de vital importancia, tanto como en contenido del mismo. Se diferencia de otros tipos de textos, por sus intenciones estrictamente estéticas. Su creación ha acompañado al hombre desde épocas remotas, en los llamados géneros literarios. Umberto Eco, define el texto literario en contraposición a otros tipos de textos, el que permite no sólo la interpretación semántica de los textos, sino que además potencia una interpretación crítica: “La interpretación semántica o semiótica es el resultado del proceso por el cual el destinatario, ante la manifestación lineal del texto, la llena de significado. La interpretación crítica o semiótica es, en cambio, aquella por la que se intenta explicar por qué razones estructurales el texto puede producir esas (u otras, alternativas) interpretaciones semánticas”. El texto literario, es una obra de arte, que antepone el lenguaje al contenido. No es que el contenido, no sea importante; sino que lo que prima en un texto literario es la estética literaria. Porque el escritor maneja el lenguaje y lo resignifica a fin de que sea creada su obra de arte. El lenguaje es manipulado de una manera formal y literaria. La finalidad de un texto literario, es artística, no utilitaria, ya que es una obra de arte puramente subjetiva; porque el escritor es libre de elegir el estilo y tono de su escritura; apareciendo en él por lo general figuras literarias. El texto literario puede pertenecer a varios géneros, los tres mayores son: narrativo (cuento y novela, por ejemplo), lírico (poesía) y dramático (teatro escrito). La división en géneros depende de la elección de la forma de escribir, ya sea en verso, en prosa, o prefiriendo el diálogo. El texto literario se diferencia de otros en primer lugar por su intención comunicativa, predominantemente estética, vale decir artística: Constituyen una manifestación de la actividad humana, mediante la cual el autor expresa una visión personal, por medio de recursos lingüísticos. En el texto literario, se crea un mundo de ficción por un proceso de imitación de la realidad, y el mundo creado en el texto literario es imaginario. Y en su proceso de creación los textos literarios se ajustan a determinados modelos, los cuales determinan su género, en este caso el cuento o relato. Así una obra literaria es lírica, narrativa, o dramática. Ahora bien, un texto estético supone siempre una intencionalidad, es decir una manipulación de la expresión que provoca un reajuste del contenido, al producir un tipo de función profundamente original. Va a reflejar de algún modo en los códigos que sirven de base a la operación estética, con lo que provoca un proceso de cambio de códigos. Toda esa operación, produce con frecuencia un nuevo tipo de visión del mundo.

CARACTERÍSTICAS DEL TEXTO LITERARIO

- Originalidad: El lenguaje literario es un acto de creación consciente de un emisor que es el escritor, con voluntad de originalidad. El lenguaje literario debe ser inédito, extraño, siempre original.
- Voluntad artística: Se usa el lenguaje con una voluntad artística, es decir, intentando crear una obra de arte. Existe una finalidad estética.
- Especial intención comunicativa: Este lenguaje no tiene una finalidad práctica, sino estética.
- Desviación: concepto: Llamamos así a la " recurrencia " o repetición en un texto breve de unidades lingüísticas de cualquiera de los niveles, es decir, aparición estadísticamente superior de una unidad determinada si la comparamos con su frecuencia de aparición en el lenguaje "normal".
- Lo connotativo: Es un lenguaje esencialmente connotativo. Se utiliza un lenguaje abierto a la evocación y a la sugerencia a través de los significados secundarios de las palabras: además es posible provocar nuevas connotaciones, propias de cada lector, de cada autor o de cada época en que se recree, al leerlo. En este sentido, hablamos de plurisignificación.
- Mundo propio: El mensaje crea sus propios mundos de ficción cuyos referentes no han de corresponder necesariamente con la realidad exterior. El lector no conoce el contexto hasta que lee.
- Importancia del significante: En un mensaje literario, el significante puede estar motivado: musicalidad, aliteraciones, simbolismos fónicos... En general, podemos hablar de la importancia de la forma.
- La función poética: El lenguaje desempeña una función estética o poética cuando llama la atención sobre sí mismo, sobre la manera de decir las cosas. El texto literario se caracteriza por la especial atención que recibe el mensaje.
- Intención poética: A diferencia de otras formas de texto, los escritos literarios ofrecen una experiencia estética al lector: una lectura de la cual se desprende un aprendizaje de tipo espiritual, un asombro ante el funcionamiento del texto mismo, en lugar de la adquisición de un conocimiento específico, como ocurriría, por ejemplo, con la lectura de un periódico o de las instrucciones para usar un electrodoméstico.
- Subjetividad: El texto literario es fruto de dos sensibilidades en contacto: la del autor y la del lector. En ese sentido, no se trata de un texto objetivo, informativo, que busque explicarle al lector cosas sobre la realidad, sino a menudo cuestionarla desde un punto de vista subjetivo, desde un abordaje original e irrepetible.
- Espíritu de la época: Al mismo tiempo, los textos literarios capturan el llamado “espíritu de la época”, que es como se llama al sentir colectivo que caracteriza a una comunidad o a una civilización entera durante un período específico. Por ejemplo, las novelas existencialistas capturaron el pesimismo y la depresión posterior a las dos Guerras Mundiales (Primera y Segunda) a mediados del siglo XX.
- Lenguaje: El manejo del lenguaje en los textos literarios es, cuando menos, particular, diferente. Un texto literario puede permitirse rupturas con la norma gramatical (sobre todo frecuentes en la poesía) con fines estéticos, y en líneas generales, una utilización del lenguaje no como herramienta para transmitir información, sino como materia para fabricar la obra de arte. El “estilo” de un escritor es, en ese sentido, su manera particular y original de emplear el lenguaje.
- Gratuidad: La lectura de los textos literarios se lleva a cabo de manera gratuita, es decir, de manera libre, sin objetivos específicos y sin utilidad alguna. Oscar Wilde, famoso escritor británico, decía que el arte es “profundamente inútil”, ya que no cumple con cometido pragmático alguno en la vida de sus lectores, como no sea el enriquecimiento espiritual o el entretenimiento.
- Ficcionalidad: Los textos literarios son, en su mayoría, obras de ficción (sobre todo la narrativa). Esto es, relatan eventos que no ocurrieron realmente, sino que proceden de la imaginación y la inventiva del autor, quien reelabora la realidad conforme a su mirada particular del mundo y a sus sensibilidades específicas.
- Verosimilitud: A pesar de ser de naturaleza ficcional o imaginativa, los textos literarios son verosímiles, es decir, creíbles. Su funcionamiento depende de un “pacto de suspensión de la incredulidad” entre el autor y el lector, en el que este último se compromete a leer el texto como si fuera cierto, a pesar de estar consciente de que no lo es. A cambio, el autor le promete construirlo de manera tal, que el artificio se sostenga hasta la última página.
- Carácter imitativo: Los textos literarios imitan a la realidad, es decir, la copian, la reformulan, la emplean como materia prima para la construcción de la obra literaria. En ese sentido, se dice que los textos literarios son “miméticos”: son representaciones, imaginaciones, versiones de la experiencia real.
- Géneros literarios: Existen formas puntuales de textos literarios, que se distinguen entre sí conforme a sus reglas generales de funcionamiento, y que son:
- Narrativa. Textos literarios en los que se despliega un relato, a cargo de la voz de un narrador. Estos relatos contienen personajes y eventos más o menos ficcionales, incluso fantásticos, plasmados de manera original y creíble.
- Poesía. Uno de los géneros más difíciles de definir, ya que puede adquirir una multiplicidad de formas. Se trata de una descripción poética, mediante un lenguaje figurado o metafórico, de alguna experiencia relevante en la subjetividad del autor.
- Dramaturgia. La escritura de textos destinados a una representación teatral, a cargo de actores y en un escenario determinado. Carecen de narrador, a pesar de representar relatos también.
- Legitimación: Los textos literarios perduran en el tiempo, transmitiéndose de generación en generación, pues se los considera valiosos, pertinentes e importantes para la educación de los ciudadanos futuros. En ese sentido, existen aparatos de legitimación de las obras, es decir, que eligen cuáles perduran y cuáles se dejan de lado, cuáles son valiosas para la sensibilidad de una época y cuáles no tanto. Así, suele decirse que la literatura es una construcción de tipo histórico.

EL TEXTO LITERARIO Y EL LECTOR

En el texto literario, el lector cobra un papel significativo ya que debe trabajar mediante la lectura y su imaginación, y reflexión para completar la obra y reconstruir el mensaje del texto y del escritor. Los lectores comprenden una obra de diferente forma de acuerdo a sus experiencias, el contexto sociocultural donde es leído el texto, sus lecturas previas, y sus conocimientos. Y la finalidad del texto literario es hacer reflexionar a los lectores, cautivarlos a través de las palabras y transmitir un mensaje de enseñanza. Todo esto es expresado y escrito con un lenguaje que logra embellecer la estética del texto. El autor se apoya en tres pilares fundamentales a la hora de crear un texto literario:

Narración: Cuenta los hechos. Los hechos se sitúan siempre en un tiempo determinado. La narración puede ser lineal o no.
Descripción: Caracteriza personajes, lugares, tiempos, situaciones y objetos. La descripción nos sitúa dentro de la trama donde se desarrollará la acción.
Diálogo: Mediante el diálogo conversan los personajes. Es una forma de agilizar la narración y desarrollar acciones.

Los textos literarios se articular y desarticulan entre sí, y se mezclan con las historias, porque una de las funciones pedagógicas del texto literario, es la formación del lector. Ya que el texto es una producción escrita que permite transmitir un mensaje de un emisor, que es el creador del texto, vale decir el escritor a un receptor, que es el lector. Porque una obra no es solamente el texto escrito, creado por el escritor, es la creación hecha por el lector a partir de la interpretación del texto literario, y necesita para su existencia al lector. A partir de esta afirmación, podemos citar que la literatura, no tiene otra función que crear un diálogo entre el mundo del lector, y el mundo del libro. El hecho de crear literatura, significa abordar el horizonte de expectativas que guía, para enriquecer la lectura, y potenciar la construcción de vínculos significativos entre el lector y la literatura, por el conocimiento cultural del lector. Porque toda experiencia de lectura, es en sí una experiencia estética, que es vivida por el lector a partir de su sentir y su relación con el mundo de los textos. Porque al reconocer los rituales y las opiniones que se construyen alrededor de la lectura y la literatura, significa reconocer al lector como receptor y artífice de su propio aprendizaje personal.

FIN.


EL PRÍNCIPE SUPREMO





“Con la ayuda del cielo, he conquistado para vosotros un gran imperio. Pero mi vida fue demasiado corta para lograr la conquista del mundo. Esa tarea queda para vosotros”.
Gengis Kan.

La historia ha señalado a un gran conquistador, llamado Temujín. Nacido cerca del lago Baikal, en la actual Rusia, en el año 1167. Hijo del Yesugei, gran jefe y líder del clan de los Borjigin. Y que con el correr de los tiempos se convertiría en un poderoso líder militar que abarcaría casi toda Asia y parte de Europa. Yesugei, fue un gran jefe y dirigente mongol, que desgraciadamente fue envenenado, siendo su hijo Temujín el que le sucede como jefe tribal a los trece años de edad. Y durante el desarrollo de su reinado, tuvo que enfrentarse a las revueltas de sus tribus, y además someter a sus súbditos, a su poderío; porque venció a sus hostiles vecinos y luego de veinte y cinco años de luchas encarnizadas, a la edad de treinta y nueve años, dominaba casi toda Mongolia, siendo nombrado por la asamblea de las tribus dominadas como “el mayor de los gobernantes, emperador de todos los hombres”. A pesar de que el poder del clan de los Borjigin, no era ilimitado, sí poseía mucha importancia, pero no eran de los pueblos más poderosos de la estepa de Mongolia. A pesar de que su padre, había sido envenenado, Temujín, nació en un ambiente aristocrático, en una sociedad puramente feudal. Pero los clanes mongoles, no eran de los más poderosos de Mongolia, con el crecimiento de Temujín, les esperaría un futuro glorioso, ya que en su vida, unificaría a las tribus nómadas de esta etnia del norte de Asia, fundando y edificando de esta forma el primer y más grande imperio mongol, contiguo más extenso de la historia. Porque como fue el guía los mongoles comenzaron una gran oleada de conquistas, extendiendo su dominio de Europa Oriental, hasta el océano Pacífico, de Siberia a Mesopotamia, la India e Indochina. Y como Temujín era un gran guerrero y guía, en la primera fase de conquista, las hordas mongolas conquistaron importantes reinos de Asia, como el imperio Jin haciéndolo propio, porque geográficamente correspondía al norte de China. Posteriormente, Temujín y sus huestes guerreras avanzan y se adueñan del imperio Tanguta, el Kanato de Kara-Kitai y el Imperio Corasmio. En el año 1204, las hordas mongolas de Temujín, atravesaron la muralla china con trescientos mil hombres que durante años conquistaron y saquearon el país. Y en el año 1206, se celebra a las orillas de río Onon, el punto decisivo en la vida de Temujín; porque su significado es de una soberanía tan amplia como el mar, que circundaba la tierra. Temujín es nombrado por los méritos de sus conquistas emperador de los mongoles. Y como todo gran conquistador, Temujín necesitaba hombres de confianza; y su más fiel compañero fue Boghurtschi, fiel jinete amigo de Temujín, que juntos rescataron los ocho caballos de los bandidos tai-eschutos. Y Temujín, inicia la conquista de China para buscar el pasto para sus caballos.  En el año 1208 ya había establecido un punto de apoyo dentro de la muralla china. En 1213 dirige a sus ejércitos hacia el sur y el oeste, adentrándose en el territorio dominado por la dinastía Chin. Y en 1215, logra sitiar y conquistar militarmente a Pekín, la capital de China. Para luego en 1218 tener el completo poderío de la península coreana. La expansión del ejército mongol, con el correr de los años, llegó a la conquista de la mayor parte de Asia Central, y buena parte de Europa. Además de Persia, superando al Caspio por el sur, accediendo también al Cáucaso y a la estepa rusa; uniéndose los polovsianos con los rusos en el río Kalka en 1223. Pero la traición de los polovsianos en la batalla, significó el aniquilamiento del ejército ruso, y la conquista del rio Dnieper. Y otro gran amigo de Temujín, fue Jamukha, quien prometió su lealtad con su juramento de “hermano jurado”; ya que como todo gran conquistador, debía tener su guardia imperial. Y en este proceso de reclutar hombres de confianza, llega a sus servicios Togrhul, de los keraitas. Antiguo aliado de su padre que, ya había realizado el juramento de “hermano jurado”, así que Temujín lo recluta como jefe de segunda fila, junto con otros hombres de confianza. Como el clan de Temujín, que era el de los Borjigin, se había hecho ya muy poderoso; con la finalidad de ser derrotado, su mujer Borte es secuestrada por un clan Merkita, pero como Temujín y su clan de guerreros son muy poderosos, consiguen apoyo militar, y su amigo Jamukha apoya a Temujín, para realizar una ofensiva que logra derrotar al clan Merkita, afianzando y asegurando la posición de Temujín. Como era de esperarse, Jamukha presenta rivalidades por el poder, lo que hace que no le dé más su apoyo militar a Temujín, pero esta estrategia no le resulta a Jamukha, porque los clanes que estaban bajo su mandato, se separaron de él, para unirse voluntariamente a las órdenes de Temujín. Y luego de disputas y rivalidades por el poder, se presenta la separación de Jamuka y Temujín, por la crueldad que impartía su espada. Debido a su gran ampliación de conquista de Temujín, los chinos le dieron el título de rey. Y por esto Jamuka reunió en una coalición a las tribus descontentas por Temujín. En el siglo XII, China estaba dividida en cuatro reinos, el primero en ser atacado fue Xixia. Y los pueblos de la frontera, que en un principio estaba aliados con los chinos, pierden su lealtad hacia Jin, y por duros ataques se someten al poderío mongol. Y el ataque a los Jin fue un conflicto nacional y racial, en el que los el pueblo turco-mongol se unió contra los pueblos que ocupaban las provincias septentrionales de China. Y en dicha contienda, se unen los pueblos Ongutos, y los Kitán a la causa mongola. Así Temujín llega hasta Pekín en 1214; claro que dicha ciudad fue tomada un año más tarde por Muqali, uno de los generales de Temujín. Ahora Temujín antes de cada ataque, se documentaba de los habitantes de la frontera, mediante comerciantes musulmanes, para atacar a los Jurchen. En el siglo XII, el sur de China, estaba en una situación más favorable que la zona septentrional. Y el dominio total de China sólo llego en los tiempos del nieto de Temujín: Kublai, quién fue uno de los más importantes emperadores de China. De esta forma Temujín cesó su avance en China, y volvió, para eliminar a la resistencia que eran los naimanos y los merkitas de la zona de Atái. Y su derrotado líder Kuchlug, se refugió con el resto de su ejército en el Kanato de Kara-Kitai, que había sustituido a los turcos musulmanes en el gobierno. Posteriormente Kuchlug, tomó represalias contra los traidores y de muchas facciones islámicas que lo apoyaron. Por su parte Jebe, otro general importante de la guardia personal de Temujín, llegó al reino de Kara-Kitai con un ejército mongol, para luego eliminar a Kuchlug en 1218, incorporando al reino de Kara-Kitai al imperio mongol. Ya estaban llegando los fines del siglo XII, cuando en China, los clanes Yurchen, lucharon contra los Tártaros, porque había crecido enormemente su poder, al punto de considerarlos una amenaza. De modo que los clanes Yurchen, se unirían a los clanes Keraitas, para luchar contra los vecinos del Oeste, al mismo tiempo que los clanes Yurchen atacarían por el sur, junto con Temujín y sus hombres. Y una vez terminada la guerra, los Tártaros, que habían sido un pueblo independiente, fueron sometidos al poder de la conquista de Temujín. Como el poder de Temujín crecía día a día, los del clan Keraitas se disolvieron; porque el clan que más competía con el de Temujín eran los Naimanos, y en ellos se había refugiado Yamuja y por supuesto sus seguidores, que más tarde fueron derrotados y sometidos a la autoridad de Temujín. Por otra parte los pocos integrantes que aún sobrevivían del clan Merkita, fueron derrotados por Subotai, general más brillante al servicio de Temujín, y miembro de su guardia personal. Ya en el año 1206, se celebra a las orillas del río Onon, el punto decisivo en la vida política de Temujín; al mismo tiempo que todas las tribus que formaban parte de la confederación, pasan a denominarse mongoles. Por consiguiente Temujín obtiene su coronación, porque la creencia de Temujín es que sólo puede haber un emperador para todos los hombres, y de esta forma, todos los pueblos deben ser sometidos a su autoridad. Porque el emperador es elegido por el consejo de jefes de las hordas; debido a que la organización social de los mongoles es igualitaria, es una hermandad sin diferencia de clases, en las que estaba prohibido luchar o tener esclavos. Y junto con ello ordena liberar a los esclavos mongoles, para ser reemplazados por esclavos chinos y persas de las campañas posteriores. Pero no todo era guerra en la vida de Temujín, ya que ordena crear escuelas de medicina con sabios chinos y persas. Y una vez que ya hubo asentado el poder, Temujín comienza su expansión, invadiendo las potencias que limitaban con Mongolia; y esto se debe a la explosión demográfica de Mongolia en el siglo XIII; o como consecuencia de la sequía y desecación de los pastos, que obligó a la población a extenderse. Pero la razón principal fue que las tribus de las estepas, estaban unidas, y como eran un pueblo guerrero y militar, si no tenían una formación de un objetivo claro, la coalición de tribus se disolvería; porque al buscar un enemigo común se buscaban riquezas para todos; planteando así la conquista de China. Temujín como buen genio militar, hizo reformas en su ejército que le dieron muchos triunfos militares; porque reforzó hasta límites nunca antes imaginados en lo que eran las estepas, y dividió a sus ejércitos en unidades decimales. Claro que este sistema ya le era familiar a los turcos y a los propios mongoles; e introdujo una innovación con el hecho de formar nuevas unidades mezclando lo que son las etnias y las tribus; mejorando con esto la cohesión interna del ejército en niveles fundamentales para la guerra. Su ejército estaba compuesto por unidades da caballería. Claro que posteriormente armó un cuerpo de ingenieros para realizar de esta forma sus asedios. Y el arma más efectiva era el arco, que era además muy temida por los mongoles. Era un arco pequeño, que era muy fácil de usar durante la marcha a caballo; porque sus saetas tensadas podían fácilmente atravesar armaduras; ya que poseían en su parte posterior un dispositivo que con el aire, emitía un silbido que les permitía a los arqueros y jinetes, prácticamente sin ver, determinar la dirección hacia la que apuntaban. Porque los soldados mongoles, solían vestir de forma adecuada para soportar las bajas temperaturas del clima; y además iban equipados con todo lo que les permitía realizar grandes y largos viajes; sin esforzar ni explotar demasiado a sus caballos de carga que eran destinados a la guerra. Y Temujín era muy cuidadoso, en lo que respecta a los avíos de la tropa, que eran rigurosamente inspeccionados y con esto se castigaba a los que mantenían el equipo en malas condiciones. Y la comida de campaña, consistía en yoguth y kumis que era leche fermentada, porque era una bebida alcohólica, y una bolsa de mijo. Los mongoles tenías su habitual formación en dos líneas de caballería pesada al frente y tres líneas de caballería ligera detrás; utilizando los arcos para retirarse y dejar paso posteriormente a la caballería pesada. La contextura del caballo mongol, era derivada del tarpán; vale decir pequeño y enjuto, adiestrado para la guerra; porque como los mongoles eran un pueblo nómade, poseían una dilatada tradición de criadores de ganado y caballos. Y estos últimos por sus estribos, le permitían al jinete disparar sus flechas mientras se desplazaban a gran velocidad. Logrando con esto el ejército mongol, una gran efectividad en el manejo de lo que es denominado técnicamente como la guerra mecanizada. Y Temujín como gran estratega militar que era, no descuidó la organización militar de las comunicaciones, construyendo yans o puntos de posta para los mensajeros con comida, bebida y caballos de repuesto. Porque Temujín estudiaba a su enemigo, haciendo que sus espías viajen en caravanas comerciales. Por la inteligencia militar que poesía Temujín, implantó la utilización de la guerra psicológica, y el régimen de terror en sus territorios conquistados. Debido a que los mongoles realizaron matanzas entre la población de sus ciudades conquistadas; mostraban sus resultados para fomentar el miedo entre los habitantes de otros territorios. Ya que Temujín tenía por costumbre lanzar los cadáveres de las víctimas de la temida peste bubónica por medio de catapultas en las ciudades enemigas bajo asedios, originando con esto lo que serían las primeras armas biológicas. También se cuenta que entre sus prácticas de estrategia de guerra de Temujín, era el desconocimiento que sus enemigos tenían de ellos; siendo así muy difícil para sus enemigos calcular su número. Además montaba muñecos en los caballos sobrantes, y si le sumamos a esto la movilidad de los ejércitos esteparios, podía de su lado al factor sorpresa. Para asegurar su descendencia Temujín, era un gran amante, ya que poseía treinta y seis esposas, lo que contribuyó a dejar una gran descendencia de hijos a lo largo de la tierra. Porque Temujín fue conocido en el registro de la historia, por el reconocimiento y coraje de un conquistador, que lo llevaron a ser dueño de toda Mongolia, con el nombramiento de príncipe supremo de la tierra, más conocido como Gengis Kan.

FIN



EL BUQUE DE LOS SUEÑOS





Uno de los sueños que ha marcado la historia del hombre, es el de poder surcar los océanos. Y para estos sueños, el hombre con su capacidad creativa ha construido grandes naves que han marcado los anales de la historia. Y una de las grandes naves que recuerda la historia es el Titanic, construido en Harland, en Belfast, al norte de Irlanda en el año 1912. Su construcción costó a la compañía naviera 10  millones de dólares de la época, que fue financiada por Estados Unidos, del magnate John Pierpont Morgan. Y su inauguración fue el día 31 de mayo de 1911, que era botado al mar. Entre sus dimensiones, medía 57 metros de alto, y 270 metros de la proa a la popa, poseía tres anclas de 15 toneladas cada una. Tenía además tres motores unidos del buque, que le permitían navegar a una velocidad de 25 nudos. El combustible que utilizaba para movilizarse el Titanic, era el vapor. Que se producía quemando carbón en las 29 calderas situadas en la parte más baja del barco, accionadas por los fogoneros y caldereros, llamados “La brigada negra”. Contaba el Titanic con sólo 16 botes salvavidas y 4 balsas, para una tripulación estimada en 3200 personas. Tenía en su interior 28 salas y suites para pasajeros, en las que tenían diseños de imperio, italiano, renacimiento moderno, Geogiano, Regency, Queen Ann, Luis XIV y XV. Poseía además un gran restaurante que era el lugar de reunión para la cena, diseñado para albergar a más de 500 pasajeros, todos sentados al mismo tiempo, y un restaurante francés, llamado “Café Parisien”. Había en su cubierta Promenade, el Lunge que era el lugar de las reuniones de los pasajeros de primera clase durante el día. Sus murallas eran similares a las del Palacio Versalles; y en sus alrededores estaba un lugar diseñado para la lectura y escritura llamado la cubierta de Promenade. El Titanic en su construcción poseía dos cubiertas de primera clase, y para los ejercicios los pasajeros tenían un gimnasio. Tenía como símbolo de belleza y lujo una escalinata de proa, que al entrar en ella mediante un paseo por la cubierta de primera clase, se notaba como penetraba la luz natural por su cúpula de hierro y cristal que la cubría; y que se reflejaba en su pálida madera de roble real, en sus doradas y elaboradas balaustradas. Por medio de esta gran y gloriosa escalinata, los pasajeros de primera clase, bajaban al salón comedor. Y en la gran pared del rellano superior, se podía ver un gran panel, de roble real, tallado con un reloj, rodeado por dos figuran que simbolizan el honor y la gloria, y que estaban encima del reloj. Su tripulación la componían 860 hombres, de los cuales 340 trabajaban bajo cubierta, entre los que había ingenieros, marinos y oficiales. A cargo del mando del Titanic, estaba el mejor capitán de la época Eduard James Smith, conocido como Capitán Smith, con 35 años en la compañía, apodado “El capitán de los millonarios”. Y la compañía naviera le daba a su mando los mejores y más modernos barcos, donde viajaban los millonarios de la época. El 10 de abril de 1912 el Titanic zarpa del puerto inglés de Southampton, con destino al puerto francés de Cherburgo, siendo este el buque más grande del mundo, contando con 2208 personas entre pasajeros y tripulantes. Porque en primera clase se embarcaron 324 personas, y se destacaba que para la primera clase, los camarotes eran grandes, cómodos, y lujosos, por su magnificencia en su construcción, contando con abundante espacio, armarios, baños privados, bañeras completas, agua caliente y ducha. En segunda clase viajaban 277 personas,  que realizaban un placentero y cómodo viaje, porque por el pago de los honorarios, tenían acceso a algunas de las estancias de los pasajeros de primera clase, como la piscina y los baños turcos. Y 708 es tercera. Estos últimos eran inmigrantes de todas las nacionalidades, que se embarcaron, para cumplir el sueño de sus vidas, y construirse un futuro en América. Además el Titanic llevaba 898 tripulantes, haciendo un total de 2207 personas. Entre los que se encontraba William Murdoch, siendo el primer oficial del Titanic, ya que era el responsable de los botes salvavidas. Una vez iniciado el viaje por el mar, el Titanic en su primer día navegó 386 millas, el segundo día navegó 519, y en su tercer día 546; ya que deseaban llegar a Nueva York lo antes posible. Entonces el capitán Smith el cuarto día de navegación, aumentó al máximo la velocidad de navegación, vale decir a 22,5 nudos; y este día que era el 14 de Abril de 1912,  y poco antes de la media noche del 14 de abril con una linda noche estrellada y un mar excepcionalmente tranquilo, los vigías, dieron alarma del iceberg, a 600 metros de la proa. Y el primer oficial William Murdoch, intentó evitar la colisión, primeramente girando el timón a todo babor, y luego dando marcha atrás; pero esta maniobra fue fatal porque el timón perdió presión de virada. Efectivamente el Titanic logró evitar el choque frontal con el que seguramente se hubiera hundido, y posteriormente el oficial William Murdoc ordenó viraje a estribor, pero muy pronto porque no sabía que el iceberg con el que chocaría, era más alto que el nivel del puente; pero finalmente el Titanic rozó el iceberg abriéndose las placas de estribor a 5 metros de profundidad, quedando sentenciado. Porque el Titanic había colisionado a 600 millas de la isla de Terranova. Porque el Titanic chocó contra un iceberg, a las 11:40 de la noche, provocando un gran orificio en el piso doble del Titanic, como resultado de aquella colisión, producida por una montaña negra que era el iceberg, que no alcanzaron a divisar. El vigía hizo sonar tres veces la campana, mientras que su compañero descolgaba el teléfono que le unía al puente de mando, para dar la voz de alarma. Y cuando en el puente escucharon la campana del vigía y sonó el teléfono en la torreta, el primer oficial Murdoch, ya sabía qué hacer, porque se había dado cuenta de que la proa del Titanic, iba a chocar contra el iceberg; y ordenó dar marcha atrás y girar todo a estribor, con el fin de que la proa se desplazase hacia babor, para evitar la colisión. Porque la masa de hielo golpeó el costado de estribor, saltando los remaches que unían las planchas de acero, y el Titanic comenzó a inundarse, porque calculaba que el vigía divisó el iceberg a unos 400 metros de distancia. Porque a las 2:20 del lunes 15 de abril, el Titanic se había hundido. Media hora después se recibió la primera llamada de auxilio del Titanic, que fue captada por el barco llamado Carpathia, que acudió a socorrer al Titanic que se encontraba hundiéndose, y como era de esperarse, cundió la histeria general en los pasajeros, porque el gran choque alarmó y despertó a muchos de los miembros de la tripulación y a los pasajeros en sus cuartos. Y en sus abastecimientos, el Titanic llevaba botes salvavidas para 1200 personas, pero solo abordaron 700, entre los que se contaban mujeres y niños. Como el Titanic contaba con su propia orquesta de músicos, esta siguió tocando para tratar de calmar a la histeria colectiva que se vivía en esos momentos en el buque. Ya era el amanecer, cuando llegó el capitán Smith, y muchas personas fueron salvadas por al Capathia, que varió su rumbo, dirigiéndose al lugar del naufragio del Titanic, rescatando a los supervivientes, que permanecían en la zona; recogiendo a un total de 705 personas, para luego emprender el viaje rumbo a Nueva York, llegando el 18 de abril de 1912. Porque el Carpathia llegó a eso de las 4 de la madrugada al sector, en donde descubrió a los botes salvavidas, entre los témpanos; logrando rescatar a 706 pasajeros, y pudiendo además subir a bordo los botes del Titanic, a excepción de los plegables, y se retiró del lugar a las 8:50, para viajar rumbo a Nueva York, albergando a los pasajeros rescatados. Como ya hemos citado anteriormente, en el momento de colisionar el Titanic con el iceberg, se encontraba al mando el oficial William Murdoch, caracterizado por su heroico comportamiento personal y profesional; que se destacó en el rescate ordenando llenar los botes salvavidas en la cubierta de estribor, aunque fuese con hombres; mientras que en la de babor, se embarcaron mujeres y niños, porque algunos botes salvavidas sólo llevaban a 14 ó 15 personas. Y  el oficial Murdoch, cortó con su navaja los cabos que impedían arriar el último bote salvavidas, el desplegable A, logrando salvar a 12 personas; y tan heroico oficial Murdoch, murió congelado en el mar. Ya eran las 2:10 de la madrugada del 15 de abril de 1912, y el Titanic estaba a punto de hundirse definitivamente; y la orquesta seguía tocando, en el salón de primera clase. Cuando el Titanic empezó a hundirse, partió por las cubiertas inferiores, además la zona de la rotura estaba ya cubierta por el agua, y la proa estaba totalmente inundada y hacía de contrapeso, con un empuje hacia debajo de forma considerable. El caso por su parte empezó a partirse en sentido contrario aplastando las cubiertas superiores y produciendo un corte limpio en la quilla. La popa cae levemente sólo hasta que la proa está unida y se hunde colocando la sección de popa en una posición casi vertical; para hundirse finalmente en el océano, porque con la colisión del impacto, la nave se partió en dos. Se especula que la mala calidad del acero del casco de Titanic, estaba quebradizo lo que contribuyó intensamente a su fractura. Por su parte la popa que estaba llena de aire, se hundió a gran velocidad, porque era la parte más pesada debido a las maquinarias, dejando las cubiertas, para luego estrellarse de quilla contra el fondo, quedando totalmente destruida. El lado que quedó parcialmente reconocible fue el de babor. Y no se podían reconocer las chimeneas porque por el hundimiento de ambos segmentos del Titanic, estas seguían atadas y por la increíble velocidad adquirida por la proa, y las grandes explosiones que sufre la popa por la presión se desintegraron. Entre tanto heroísmo, ninguno de los integrantes de la banda sobrevivió a esta indescriptible tragedia. Así culmina esta triste y dramática historia, del buque de los sueños que navegará por siempre, en los mares de nuestra continental memoria.FIN 

El AZOTE DE DIOS





No hay más sangre derramada que por la espada del rey Atila. (Anónimo)


De tiempos inmemoriales, el hombre en su afán de conquista se ha cultivado en el arte de la guerra. Y en el ocaso del imperio romano en oriente, empieza a aparecer una civilización que con el paso de los años, se convertiría en un imperio destacado históricamente por su crueldad y fortaleza bélica. Nos referimos a los hunos. Pueblo ganadero, cazador y nómade, procedentes del este de Europa y de Asia; que establecieron los territorios colindantes a Constantinopla, marcando el límite del imperio romano de Oriente. Y en el año 395 nace en Pannonia entre el sureste de Hungría, y noreste de Rumania, un avezado jefe de tribu, llamado Atila hijo de Mundzuk, hermano de Rugila. Su tribu era originaria de China, que llegó a Europa tras la destrucción de su imperio en Turkestán. Y Atila desde temprana edad, acompaña a su tío para aprender desde joven lo que es el arte de la guerra. A los 13 años, Atila es enviado a Roma por encargo de tu tío Rugila, soberano en ese tiempo de los hunos en el Danubio. Viajó a Roma, para aprender la lengua latina, historia y costumbres relacionados con los romanos y su imperio. Y a los 17 años, Atila regresa para hacer frente a los romanos. Su tío Rugila, le tenía confianza como hombre hábil para la guerra, por usar además la diplomacia como estrategia y ser un excelente jinete. Y valiéndose de estas habilidades, le encarga la labor de negociar con los chinos, que habían intentado conquistar a los hunos del centro de Asia. Atila logra establecer la paz. Esto hizo unificar a las tribus hunas, y representó para el imperio romano de Oriente, que estaba comandado por Teodosio II, un problema, ya que los romanos prefería perder oro antes que hombres y territorio. Y hacia el año 432, los hunos estaban unificados bajo el mando de su rey Rugila, que dejó a su mando a su sobrino Atila. Y en aquel entonces los hunos estaban en negociaciones con los embajadores de Teodosio II, acerca de la entrega de algunas tribus renegadas, que se habían refugiado en el seno del imperio de Oriente. Más tarde, en el año 434 fallece el tío de Atila Rugila, quedando Bleda y Atila como reyes soberanos de los hunos. Y en el año 435, los romanos realizan un pacto con los nuevos reyes hunos, consistiendo en que los romanos se comprometían a pagar el doble del tributo anual, en monedas de oro; y en no realizar alianzas con los pueblos enemigos de los hunos, y si las hubiera deberían romperlas. Establecieron un mercado libre a orillas del Danubio, y entregaron a los prisioneros de guerra hunos. Y en el año 435, Atila tuvo su encuentro con la legalización imperial de Margus, y como buenos pueblos de jinetes, negociaron un tratado. Los romanos les devolvieron las tribus fugitivas, y duplicaron el tributo anteriormente pagado por el imperio de 350 libras romanas en oro; para abrir los mercados a comerciantes hunos y pagar el rescate por cada romano prisionero por los hunos; que conformes con el tratado partieron hacia el interior del continente, para fortalecer su imperio. Teodosio reforzó con estos los muros en Constantinopla, y construyó con esto las primeras murallas marítimas de la ciudad. Ya el imperio huno, se extendía desde las estepas de Asia Central, hasta la actual Alemania, y desde el Danubio hasta el Báltico por Hungría. En esa época los hunos permanecieron cinco años, fuera del dominio de los romanos; para llevar a cabo una invasión a Persia, en la cual Atila es derrotado, renunciando a sus planes de conquista. En el año 440, Atila, antes de ser proclamado como único rey de los hunos ya había atacado el imperio romano de Oriente. Estos ataques duraron diez años, durante los cuales el imperio romano perdió grandes extensiones de terreno. Esta guerra llegó a su fin, gracias al buen desempeño del ejército romano y la decisión de pagar los tributos establecidos por Atila, con este acuerdo bilateral, logran pacificar sus tierras. Y por esto los hunos actuaron como colaboradores de los emperadores romanos, actuando como mercenarios para reprimir las convulsiones internas y combatir a los burgundios y a los francos; siendo Atila nombrado como general honorífico de la Galia. Ante lo cual reaparecen los hunos en las fronteras de imperio oriental, atacando a los mercaderes de la ribera norte del Danubio, y Atila amenazó con la guerra abierta, porque dijeron que los romanos y el obispo Margus, habían faltado a sus compromisos, de esta forma Atila cruzó el Danubio, para saquear y profanar las tumbas reales de la orilla norte del Danubio. Como los hunos eran un pueblo de conquistadores, cruzaron el río y arrasaron las ciudades a lo largo de la ribera, en Iliria, porque el obispo Margus, acusado de profanación huyó y les entregó la ciudad. Porque el ejército huno saqueó Margus, Viminaciun, y tomó Singidunum (Belgrado). Ya en el año 442, hubo una tregua por la tribu huno, y Teodosio trajo sus tropas al norte de África, y dispuso una emisión de monedas para financiar la guerra en contra de la tribu huno. En el año 443, Atila reanudó la campaña de guerra, golpeando a lo largo del Danubio, tomando los centros militares de Ratiara, y sitiando Naissus, por prácticas militares hunas que consistían en empleo de arietes y torres de asalto rodantes. Más tarde ocuparon Sérdica, Filípolis, y Aradiópolis; porque enfrentaron y destruyeron a las tropas romanas en Constantinopla. Ante esto Teodosio admitió la derrota y envió al cortesano Anatolio para negociar la paz. Lo que consistió en entregar más de 6000 libras romanas de oro como indemnización, y con esto triplicaron el pago a 2100 libras romanas, y el rescate por cada romano prisionero era de 12 sólidos. En el año 445, Bleda fallece, sospechando de ser asesinado por Atila para ser proclamado como único rey de los hunos;  que contaba con un vasto imperio que abarcaba ya desde la mar Caspio, hasta los Alpes, adentrándose hasta Constantinopla, los Balcanes y Grecia. En el año 446, Atila se dedicó a consolidar su trono dentro de su imperio, y Constantinopla sufrió continuos desastres.  En el año 447, Atila, parte con su ejército camino al sur, hacia Moesia. Pero el ejército romano al mando del magister Arnegisclus le hace frente y logra vencer a los hunos. Que quedaron sin oposición y se dedicaron al pillaje a lo largo de los Balcanes, llegando hasta las Termópilas. Y la localidad de Constantinopla, se salvó porque el prefecto Flavio Constantino, organizó brigadas para reconstruir las murallas dañadas por los sismos. Atila, como todo un rey conquistador, reclamó como condición de paz para los romanos que continuaran pagando un tributo en oro; y que evacuaran una franja de tierra de trescientas millas hacia el este desde Sigindunum, hasta cien millas al sur de Danubio. Pero la paz es interrumpida en el año 450, cuando se descubre un complot para asesinar a Atila por su poderío y reinado huno. Este complot lo creó Teodosio II y Edeco, embajador de los hunos en Constantinopla. Atila, al enterarse de dicho complot, decide lanzarse militarmente a la conquista de las provincias de Occidente. Porque el ejército huno, había desarrollado un ejército de infantería de gran calidad, distinguiéndose de otras tribus bárbaras en la frontera romana por su habilidad para realizar asedios exitosos en las ciudades fortificadas. Con tanto éxito que lograron dominar extensiones entre los ríos Don, Danubio y Volga, y los mares Negro y Báltico, sometiendo a los germanos, alanos y sármatas; ya que los hunos eran considerados una raza salvaje, voluble, apasionada por el oro y los buenos guerreros, siendo muy avanzados en el uso y fabricación de armas. Y como el afán de conquista de Atila era muy ambicioso, en el año 450 había proclamado su intención de atacar el reino visigodo de Toulouse, aliado con el emperador Valentiniano III, porque Atila había tenido anteriormente buenas relaciones con el imperio occidental y con su gobernante Flavio Aecio, que estaba familiarizado con los hunos. Entonces las tropas hunas de Atila le dieron el nombramiento de magister militum en Occidente. En el año 450, la hermana de Valentiniano III llamada Honoria, le envió a Atila una demanda de ayuda con su anillo, y Atila interpretó esta misión como una propuesta de matrimonio, y además le pide la mitad del imperio oriental. Pero cuando Valentiniano III descubre lo sucedido, quería ajusticiar a su hermana, pero la influencia de su madre Gala Placidia hizo que enviara a Honoria al exilio en lugar de asesinarla. Por supuesto que el matrimonio nunca fue consumado. Y Atila enfurecido envió una embajada de Rávena para reclamar el honor de Honoria y su inocencia. Entre estos avatares el emperador Teodosio II muere a causa de la caída de un caballo, y lo sucede Marciano, que decide interrumpir el pago del tribuno hacia finales del año 450. Luego como en los Balcanes no había mucho que saquear producto de las invasiones de los hunos y otras tribus, Atila decide marchar hacia el oeste para extender su reino, que era el más poderoso de occidente hasta Galia y las costas del Atlántico. Y para llevar a cabo sus planes de conquista territorial, había enviado ofertas de alianza a los visigodos y a los romanos. En el año 451 Atila y sus ejércitos hunos, ya habían dominado todo el Este de Europa, y Atila quiso conquistar Galia, adentrándose dispuesto a saquear el reino visigodo de Toulouse; y en su afán de conquista Atila arrasa las ciudades de Colonia en Alemania, y Tournai en Bélgica; obligando a Flavio Aecio gobernante de imperio de Occidente, a movilizarse para hacerle frente con tropas de los francos, burgundios, y celtas. Pero el avance de Atila hacia el oeste convenció al rey visigodo Teodorico I de aliarse con los romanos. Flavio Aecio persiguió a los hunos y les dio caza, logrando empatar en la batalla de los Campos Cataláunicos. Con esto Atila se replegó más allá de sus fronteras y sus aliados se desbandaron. En el año 452 Atila exige nuevamente su matrimonio con Honoria, ya que invadió y saqueó a Italia, y numerosas ciudades hasta como Aquilyea, Milán, Padua, Bérgamo, y Verona, para detenerse en Roma. Y las poblaciones asustadas deciden emigrar de las ciudades y se salvaguardaron en las montañas y lagunas de adriático. Ante esto el emperador romano de Occidente, Valentiniano III, que estuvo a punto de sucumbir ante los ataques de Atila, decide huir de Rávena a Roma. Pero el papa León I intervino y detuvo la invasión, pactando con Atila su retirada a cambio de un tributo. Y Flavio Aecio permanece en campaña, pero sin poder presentar batalla. En sus avances Atila se detuvo en el Po, donde acudió a una embajada formada por el prefecto Trigecio, el cónsul Avieno, y el papa León I. Sin reclamar su matrimonio con Honoria, ni los territorios que deseaba conquistar. Porque las epidemias y las hambrunas que coincidieron con su invasión debilitaron al ejército huno, y además las tropas que tenía Marciano y que envió al Danubio, le forzaron a regresar. Y después del saqueo de Roma, los hunos se detuvieron, y el papa León I convenció a Atila para que se retirara de Roma. Y así, Atila decide dejar Italia para regresar a su palacio más allá del Danubio, para planear un nuevo ataque a Constantinopla, y exigirle a Marciano el tributo que había dejado de pagar, y Atila decide iniciar su retirada a Panonnia en Hungría, su lugar de procedencia el año 453 pero desgraciadamente Atila fallece en ese mismo año, por una hemorragia nasal. En su palacio luego de la celebración de su matrimonio con la germana Ildiko. El reinado de Atila, duró veinte años, aportando a los hunos la unificación de las tribus, la creación de grandes empresas de conquista, un ejército poderoso, y el crecimiento notable del imperio. Siendo su reinado el último y más poderoso caudillo de los hunos. Convirtiéndose Atila en una figura legendaria de la historia de Europa y gran parte de Europa Occidental, destacado por su crueldad y destrucción. Pero desgraciadamente se perdió todo esto tras la muerte de Atila, ya que acaeció una fuerte peste que dejó diezmados a los hunos, y el cruel ataque encabezado en el año 454 por Arderico, destruyó el imperio que estaba en manos de los hijos de Atila, Elac el heredero, Dengizik, y Ernakh forzando su retirada hacia la zona del Volga. Posterior a esto, ya los hunos no volverían a amenazar Europa. Atila es enterrado en un triple sarcófago de oro, plata y hierro junto con el botín de sus conquistas, y los que participaron en el funeral, fueron ejecutados para mantener en secreto el lugar de su enterramiento.

FIN.

UN CÍRCULO MUSICAL



"…En esta posada los muertos
cuentan su vida y se ríen de quien
estando vivo desea estar muerto,
en el más allá nunca dan de beber.

Alza tu cerveza, brinda por la libertad,
bebe y vente de fiesta, 
y a la muerte emborráchala…”

Fragmentos de la canción: “La Posada de los Muertos”. 
Del grupo español "Mago de Oz".

Y sin embargo no quería sacarla debido a su enorme envergadura, ya que las caballerizas reales son muy pesadas y costosas, pero sabía que tenía que hacerlo, claro que en todo caso lo que él creía no tenía ninguna importancia, ya que el sacarla de donde estaba estacionada era un deber. Estacionada se encontraba su caballeriza real, en la parte específica de su pieza; que Julio César llamaba el anfiteatro romano. El mismo que en la antigüedad, pasaban gladiadores, leones, y tigres. Ahí, en ese lugar específico de descanso en la actualidad, pero de lucha en la antigüedad, era donde Julio César acostumbraba a dejar su motocicleta Yamaha, y por donde transitaban además las gloriosas caballerizas reales, que se dirigen a las ensangrentadas contiendas romanas y a las carreras. Julio César era muy ordenado con sus cosas y libros de la cultura romana, y lo hacía como las gradas de tres partes: Ima cavea, media cavea y summa cavea, donde en la antigüedad, los espectadores del anfiteatro romano, se ubicaban de acuerdo a su puntual clase social. Porque la ima cavea era la parte situada entre la orquesta y el primer praecinctio o diazona, que es un pasillo semicircular que divide la cavea longitudinalmente en diversos sectores por un muro. La media cavea era la parte situada entre el primer y segundo praecinctio; y la summa cavea era la parte situada en el lugar más alto del graderío; mientras que la cavea (tan nombrada) era la parte del teatro dotada de gradas o peldaños, reservada a espectadores cuyo perímetro es semi circular en el anfiteatro romano. El compromiso de Julio César era en la noche con fantasmas, sombras tenebrosas, imágenes y luchadores; con su infinito manto de sombras que todo lo cubre era la fiesta, a diferencia de los juegos del circo romano de la antigüedad, que se celebraban de día. Julio César en los momentos en que ordenaba sus cosas en su anfiteatro romano subterráneo, de acuerdo a sus respectivas y exactas jerarquías, no se distraía recordando a su novia Magdalena. Sí, se llamaba Magdalena su novia por una obra de la arquitectura de la comunidad de Sevilla (España), la iglesia parroquial de Santa María Magdalena, que data del siglo XIII, en el año 1248 de su construcción. Magdalena era rubia, como los pelos de los yelmos que tenían los gladiadores, con una linda imagen ya que Julio César veía en ella a la figura de la emperatriz romana, la esposa del César. Pero desgraciadamente para Julio César Magdalena tenía serios retrasos psicológicos, con una mentalidad santa e ingenua, ya que a los diez y ocho años, tenía la forma de pensar de una niña de siete; porque le gustaba jugar con los gladiadores del circo romano entre sus juguetes favoritos, y escuchar por poco tiempo, las historias que Julio César le acostumbraba a contar, antes de dormirse. Narraciones del anfiteatro romano, que era un tipo de edificio público de dicha civilización, utilizado para espectáculos de gladiadores y venationes, o lucha de animales. Por consiguiente, Julio César contaba entre sus favoritos a los construidos en Etrunia y Campania del siglo II antes de Cristo. Julio César además le contaba a Magdalena que la diferencia más notoria entre el anfiteatro romano y el teatro romano clásico, es que el anfiteatro romano es de forma circular u ovalada; mientras que el teatro romano clásico es de forma semicircular, y por otra parte el circo romano es utilizado para carreras, con forma elíptica. Entre las largas conversaciones de la cultura romana que tenía Julio César con Magdalena, su tema favorito consistía en el anfiteatro romano más conocido que era el Coliseo de Roma, llamado “Anfiteatro Flavio”. En honor a la Dinastía Flavia, porque tenía una gran estatua, el Coloso de Nerón; siendo construido por el emperador Vespasiano entre los años 70 y 72 después de Cristo en el siglo I, en el centro de Roma. Fue el anfiteatro más grande construido en el imperio romano, terminando su edificación en el año 80 después de Cristo, por el emperador Tito; (y modificado durante el reinado del emperador Domiciano). Su inauguración duró 100 días y consistió en sangrientas contiendas de gladiadores y fieras, por la diversión del pueblo romano. Poseía una capacidad para 50.000 espectadores, con 80 filas de gradas, y los que estaban cerca de la arena eran el emperador y los senadores, y a medida que se ascendía se situaban por los diferentes estratos inferiores sociales. En el coliseo se llevaban a cabo luchas de gladiadores, y espectáculos públicos, además de caza de animales, ejecuciones, recreaciones de famosas batallas y obras de teatro de la mitología clásica, que duraron quinientos años, celebrándose los últimos juegos de la historia en el siglo VI. En la actualidad está considerado como uno de los monumentos más famosos de la antigüedad clásica, declarado en 1980 Patrimonio de la humanidad por la Unesco. Pero a Magdalena le aburrían incansablemente estas historias, que le apasionaban a Julio César, y que le acostumbraba a contar antes de dormirse. La ubicación de la casa de Julio César, que se situaba en el campo, era la misma que tenía el anfiteatro romano, vale decir al centro, igual que en Roma. Donde hay dos calles principales que cruzan la ciudad de parte a parte: El cardo con dirección norte-sur, y el decumano, con dirección este-oeste. Como en la antigüedad, la misma que tenía el anfiteatro romano, y que esta ubicación daba al centro de su campo, que peyorativamente le decía Roma. La casa contaba con pisos de madera, patio interior, exterior, ventanas y balcones. En la noche, los ladridos de Emperador hacían eco en todo el campo; al mismo tiempo que el capataz Centurión llevaba el fusil como el tridente, similar a la costumbre de los gladiadores romanos, ya que su tarea consistía en cazar al lobo. Mis padres no estaban ese verano, pensaba Julio César, porque salieron en viajes de negocios como quien visita al César, ya que eran las fechas de los juegos romanos, como se habrían celebrado en tiempos de antaño. Julio César después de haberle dado las instrucciones al capataz Centurión de cazar al lobo, toma su caballeriza real y se dispone a realizar el comienzo de su trayecto hacia el Coliseo. Pero en la ruta realiza una mala maniobra, entre el ruido de su caballeriza real y el asfalto del camino y se golpea su cabeza en una rama. Claro que como llevaba su casco como yelmo, el daño no fue tan notorio; por lo que Julio César cae al suelo ileso, recriminándose en sus divagaciones mentales: Estoy concluyendo, que el haberme influenciado por los romanos, al consumir vino con especias, seguido de lo que podrían haber sido hongos alucinógenos que los gladiadores usaban de anestesia, para el dolor después de sus combates, no fue bueno. Mientras se frotaba su cuerpo de dolor. Pero como Julio César no tenía en su poder, hongos alucinógenos, acostumbraba a consumir para ocasiones de fiesta pastillas de “éxtasis”. Fáciles de conseguir y canjear como denarios en las noches de bohemia de los bares; que le provocaban alucinaciones, recordando la película “Gladiador”, el lobo, las historias que le acostumbraba a contar a Magdalena, las estrellas luminosas del Coliseo, la arquitectura romanticista donde el arte huye de la belleza exterior para buscar la interior; porque de esta forma el arte predomina por sobre el ser. Julio César también divagaba con la arquitectura romana, destacada por lo grandioso de sus edificaciones, su solidez que la ha hecho perdurar en el tiempo, siendo las construcciones muy semejantes unas a otras, y con mucha distancia entre ellas, (como la distancia que existía de la casa de Julio César al Coliseo). Porque la arquitectura romana, tiene su origen en la etrusca, influenciada por la griega, después de las guerras púnicas del año 146 antes de Cristo; entonces Julio César nunca pensó que al dirigirse al Coliseo, iba a una contienda como la de los gladiadores romanos con seres pintados, propio del actual arte de las juventudes que se suelen teñir los cabellos; como los antiguos yelmos que utilizaban los luchadores de la antigüedad. Una vez que Julio César recuperó la conciencia, despertó con dolor de cabeza, y yacía tendido en el suelo, con la caballeriza real aplastándole las piernas, se paró se puso su casco, (que creía que era un yelmo) y se dirigió al Coliseo. En el trayecto llegó hasta el arroyo para cruzarlo por el puente. Volteó la cabeza que le zumbaba, apagó el motor de su caballeriza real, se bajo y contempló el agua. Recordando la novela “Yo Claudio”. Al ver su reflejo en el arroyo, notó que se había puesto el casco en la cabeza, y en el agua cristalina como de fuente medieval, vio como una predicción que tenía puesto un yelmo de gladiador. Subió a la caballeriza real y viajó del lugar donde estaba el arroyo hasta el Coliseo. En su interior habían pasillos con puertas de acceso, ya que a los teatros romanos no se accedían por las laterales, (sí con los griegos), sino por las puertas o “vomitorios”. Establecidas por el emperador Domiciano en la antigüedad. El nombre del bar El Coliseo fue por sus proporciones y en homenaje a una estatua de bronce de Nerón, que decoraba la sala como circo romano. Las gradas, que eran puestos inferiores más cercanos a la pista, estaban reservadas a los senadores, las situadas encima de ellas a los caballeros; en las demás las gentes del tercer Estado, y las damas con los hombres. Entre toda la multitud de espectadores que había esa noche en el bar el Coliseo, Julio César se abrió paso en la medida que el público lo dejaba, porque los habitantes del pueblo correspondían a los espectadores, quedándose en los asientos del emperador, vale decir su mesa reservada, ya que las otras mesas de alrededores, las ocupaba otros espectadores, y en la antigüedad correspondían a la familia del César, y a los senadores; en ese especial lugar reservado ya que Julio César antes de salir, había tenido la precaución de llamar al celular del portero del bar el Coliseo. Y tenía sus ubicaciones diferentes a las graderías donde estaban los palcos, que los emperadores hicieron para ellos y sus acompañantes. Cuando llegó al coliseo las estrellitas circulaban en la pista cambiando de color; y reflejándose en el gran cetro circular metálico, parecido al del emperador romano que usaba para los premios de los gladiadores que vencían. Mientras tanto en la casa de Julio César, el capataz Centurión recorría la comarca con su rifle y tiros en el hombro izquierdo, por la costumbre de los gladiadores que así cargan su tridente para dar cacería al lobo. Después de una ardua travesía entre el público, Julio César ya logra tomar ubicación en su localidad especial. Por supuesto las cervezas y el vino con especias, según la antigüedad no podían faltar en una noche celebración, ya que ese era el consumo cotidiano de los gladiadores que sobrevivían al circo romano. Entre el sonido de la música, Marco Antonio le dice a Julio César que andan jóvenes punk dando vueltas, ya que en sus cabezas se logra ver como yelmo los colores teñidos de su pelo, y el peinado tipo mohicano igual que los cascos de los gladiadores; en una actitud agresiva. Se desplazaban por los alrededores de las afueras del coliseo, en sus respectivas caballerizas, pero no eran reales como la Yamaha de Julio César. Tenían otras monturas y banderines de alforjas, estacionadas afuera y sus jinetes estaba en otra localidad circular, reían y consumían vino con especias, al igual que Julio César. Usaban chaquetas de cuero negro, y algunas recortadas en sus mangas, como cotas de maya, además de medallones de la suerte para los combates de los gladiadores, según viejas leyendas. Los seis tenían peinados tipo mohicano, cortados a los lados, calvos y pintados colores rojos, como los cascos de la antigüedad, similares a los yelmos de guerreros romanos como los de la novela “Yo, Claudio”. El rock se escuchaba por la pista circular, como si se tratara de una arena caliente al sol, una arena donde se enfrentaban los gladiadores, y afuera en la entrada se veía el letrero luminoso que decía bar “El Coliseo”. Por otra parte el lobo merodeaba el campo, al mismo tiempo que el capataz Centurión dispara al aire, para tratar de ahuyentar al lobo, y en esos momentos de tensión piensa, “quizás podrá atacar a Magdalena, o está en problemas”; entonces en una nocturna carrera se dirigió al campo. El lobo al oír el tiro, corrió por la puerta trasera de la biblioteca de la casa de Julio César que estaba abierta hacia el campo. En eso el capataz Centurión llega por su lado derecho, y el lobo le pasó rozando desapareciendo en la espesura de la pradera, sin poder cazarlo. En el Coliseo los amigos de Julio César no pasaba de la primera ronda pero Julio César estaba mal. ¿Le habría afectado el viaje?. ¿El golpe?. ¿La lectura de la obra “Yo, Claudio”?. ¡No!. Estaba mareado y es porque había caído víctima de las ilusiones etílicas, ¡encerradas!, en su envase de cristal. Más el efecto de las pastillas de éxtasis. En ese momento, cae a la mesa adonde estaba Calígula, un botellazo de la otra mesa que decía: ¡Son unas plastas!. Volcando los tragos. Al mismo tiempo que unas miradas de odio se cruzaban de mesa a mesa. Octavio Augusto intentó controlar la situación si les reponían el vino con especias, pero fue inútil. Marco Antonio ya estaba listo para luchar, y Julio César no sabía qué pasaba, había escapado de la realidad, desfilaban imágenes en su mente, viéndolo todo color negro, como la más oscura de las noches, en una dimensión perdida entre el tiempo y el espacio. La contienda era cruenta, los gladiadores amigos de Julio César ya estaban de pie, y los romanos contrarios con pelos en sus yelmos listos, para iniciar el combate como se acostumbraba a realizar en el circo romano, además ya se habían saludado. Claudio escuchaba rock, que a Julio César le parecía el alboroto del público, y los gladiadores contrarios blandían sus armas blancas, (que como filosas espadas) eran cuchillas y cadenas, como las que usaban los gladiadores con una boleadora. Se inició la lucha con un bloqueo que Julio César le hace al primer atacante, mientras que Aquiles lo aturdió a golpes de puño en su cabeza, destrozándole parte de su cabellera roja. Marco Antonio esquiva a uno que lo quiso apuñalar con su daga, haciéndole una llave para luego romperle el brazo. Atacan a Calígula con un cadenazo, y el atacante es contrarrestado por Octavio Augusto, con una silla de las tribunas para dejarlo inconsciente. Otro contrario atacó a Aquiles, pero fracasa por ser interceptado por Marco Antonio, ya que Aquiles no caminaba bien producto de haber recibido una herida en el talón. Los últimos dos gladiadores en la arena circular, desenvainan sus dagas y se toman espalda con espalda, por la antigua formación de defensa, propia de los gladiadores acorralados. Pero no les valió esta maniobra, ya que Octavio Augusto, Pericles, Calígula y Marco Antonio son hábiles luchadores en técnicas cuerpo a cuerpo, dejándolos aturdidos a golpes de pies y puños. Julio César no se sentía bien, todo le daba vueltas, perdía el equilibrio. -¿Qué te pasa?, - le preguntó Pericles. ¡Na……da!, dijo tartamudeando, y en ese momento se le nubló la vista, lo vio todo color negro, para desplomarse de espaldas en la pista, que halló blanda como una caliente arena circular propia del circo romano. Mis amigos disfrutaban del rock -pensaba Julio César-, mientras lo miraban ahí tendido de espaldas, ya no pensaba en Magdalena, en el Capataz Centurión, en atrapar al lobo, en sus historias del circo romano, ni en su viaje al coliseo. Mis amigos me contemplaban como yo estaba ya en el suelo, escuchando como la multitud aclamaba mis hazañas; y mi mente caía en un profundo silencio, oyendo exteriormente el rock. Era un silencio oscuro, tenebroso, nocturno, y cansador dentro de Julio César, en ese sangriento, arenoso, caliente, y musical círculo de la muerte.
FIN.