sábado, 12 de mayo de 2018

EL PRÍNCIPE SUPREMO

ESTUDIO DE ESTÉTICA Y LITERATURA

«Discutir la naturaleza y la significación de la experimentación estética sería demasiado largo. Basta aquí con sugerir que las mejores obras de arte, sean literarias, plásticas o musicales, nos proporcionan algo más que un mero placer; nos informan respecto a la naturaleza del mundo.»
Aldous Huxley



En el presente libro, planteo mis teorías literarias de lo que sería escribir y crear un cuento, recogiendo elementos propiamente tales de lo que es la historia en sí, pero dilecto lector, establezco el objetivo parámetro, de que no intercalo en el desarrollo de mi pluma, la ficción. Porque en lo que es la escritura y construcción de un relato o cuento, encontramos una expresión con dos acontecimientos: El artístico, el cual constituye el aspecto estético; y el temático que contiene la esencia de lo que el escritor desea comunicar. Por consiguiente, en la construcción de un relato, concurren dos procesos lingüísticos que se articulan e integran: La forma y el sentido. O sea son planos narrativos, en los que en la forma el escritor organiza los distintos elementos estructurales para conformar la trama; y en el sentido el escritor realiza las operaciones lingüísticas necesarias para darle al cuento la estética. Y estos conceptos llevados al plano de la narrativa, significa la historia que estamos contando, y por otro lado el placer de la propia lectura. La estética del discurso narrativo, tiene que seducir al lector, y su importancia está en que es su primer punto de contacto con la historia, porque invita al placer de la lectura, para sumergir al lector, en el segundo plano, el fondo, vale decir el sentido del relato. Álvarez Espino y Góngora Fernández plantean que la obra de arte es producto fundamentalmente del talento y de la imaginación. Y reconocen que sin la ayuda de los procedimientos técnicos resultaría imposible abarcar la perfección. Y es pertinente citar que el estudio de la literatura, es determinado por la gran academia. Porque el conocer los secretos resulta útil para acercarse al ideal de perfección estética. Ahora bien, para dar una definición de experiencia estética, es pertinente citar que es un modo de encuentro con el mundo, con los objetos y situaciones ya sean naturales y creadas por el ser humano; que produce a quien lo experimenta un placer. Un conjunto de emociones y un tipo de conocimiento que puede considerarse de tipo estético, como la atención activa y la apertura mental. Jauss plantea que la literatura se considera como un fenómeno pensado para el lector, vale decir para el receptor, porque la recepción ha estado presente en casi toda la teoría literaria del siglo XX. Ateniéndome a lo que es el principio de lo que es la teoría literaria, vale decir una disciplina general, descriptiva, que se ocupa en literatura; supeditado a lo que es la historia de la literatura, por eso es que yo recojo elementos de la historia en lo que es la fabricación y escritura de un cuento. Y si hablamos de literatura, y sus obras abarca las significaciones en tres orientaciones científicas y metodológicas, que son convergentes y complementarias: La dimensión filosófica, preceptiva e histórico-crítica. Pero mi intención de escribir la lana, no va por el lado de la filosofía, sino por el planteamiento de lo que es la literatura, con acercamientos a la historia, en lo que es la confección de un cuento; y del presente libro. Porque la escritura es un fenómeno netamente personal, subjetivo y heterogéneo, y además profundamente social y cultural.  Ya que el libro es un dispositivo estético que privilegia la lectura, y la estética literaria no se encuentra en la lectura de la documentación, sino en el trabajo que el escritor realiza de la planeación de su obra, siendo fundamental la recepción de su obra en el receptor, o más bien dicho, en el lector. Al definir la dimensión filosófica, tiene su carácter teórico y propone la identificación y formulación de los principios estéticos que deben inspirar la obra literaria. Porque la base filosófica, da a los estudios literarios la solidez teórica y la racionalidad didáctica. El enfoque preceptivo es de índole prescriptivo y dicta las leyes tanto generales, para todo tipo de composición, como particulares, para cada uno de los géneros que se han de cumplir en su composición, en este caso particular y valga la redundancia, el cuento. Y por último la dimensión histórico-crítica,  de naturaleza y objetivos más prácticos facilita los datos y los instrumentos para conocer el origen y progresos de la literatura en general y el mérito de los escritores, por medio de análisis filosófico. Es pertinente citar en literatura, dilecto lector que la originalidad del libro es determinada precisamente por el carácter global de su contenido. Claro que no puedo descuidar el punto de vista filosófico porque la teoría literaria se inicia con la técnica milenaria, planteada por Aristóteles, en sus tratados de retórica y poética, vale decir las teorías constructivas del discurso propiamente tal. Y desde este punto de vista, la técnica literaria es definible como la ordenación de principios, normas, y saberes acerca de lo que es la construcción de la literatura. Dando como resultado una teoría explícita o a priori, doctrinal, prescriptiva e ideológica; porque la teoría literaria en tanto define implícitamente a posteriori la perspectiva de una serie de ideas o pensamientos, inferidos o re construibles mediante la reflexión y el análisis sobre el objeto literario dado. La teoría literaria, señor lector, es relacionada con la retórica y la poética, siendo parte de la filología, en lo que se refiere a la elaboración de una obra verbal; y también la teoría literaria para aclarar más este concepto, se vincula con la estética; que representa el horizonte más general, y filosófico en el cual queda definida la literatura, en lo que es su creación, propiamente tal.

LA ESTÉTICA Y SU HISTORIA

Desde un punto de vista histórico, la teoría estética, propiamente tal nace en 1750 con Alexander Gottlieb Baumgarten, por su relación entre la filosofía y la literatura. Y tiene como representantes a: Diderot, Moses Mendelssohn, Gelessing, Herder, Kant, Schiller, Schelling y Hegel, que se basaron en las artes plásticas para derivar a la literatura. Dando paso con esto al nacimiento de la moderna teoría literaria, que floreció de un diálogo de la estética con la tradición filológica. Existen otros autores como: Schlegel, Novalis y Baudelaire, que fueron fundamentales para la reflexión sobre la literatura, ya que en estos autores la teoría literaria nunca dejó de ser realizada al lado de la teoría de las artes plásticas, y de la propia creación de obras literarias. Sólo a lo largo del siglo XIX, con la creación de los departamentos de filología, surgieron los teóricos especializados sólo en literatura. En el transcurso del siglo XX, encontramos a diversos filósofos que tuvieron una importante producción de teoría literaria y de estética: Heidegger, W. Benjamin, Adorno, HG. Gadamer, P. Ricoeur, J. Derrida y G. Deleuze. Además existieron teóricos de la literatura, que influenciaron el pensamiento estético: G. Bataille, M. Banchot, R. Barthes, T. Todorov, G. Genette, y Adorno. Y la estética, tiene una gran dependencia en relación a la literatura.

LA ESTÉTICA Y SUS DEFINICIONES

Porque la estética es una disciplina moderna y autónoma, relacionada con la teoría literaria. Pero no puedo continuar la presente exposición sin definir lo que es la estética: Es una filosofía del arte, porque es la ciencia que se encarga del estudio de la belleza, y; desde un punto de vista filosófico, la búsqueda de la verdad a través del arte, la percepción, y la sensación del ser humano. Porque la estética es una disciplina moderna y autónoma, relacionada con la teoría literaria, la retórica y la poética, y el objeto de estudio de la estética es “la idea de lo bello, estudiada en su esencia y en sus formas”; distinguiendo cinco puntos:

1- El examen de la naturaleza de los objetos que despiertan en el alma el sentimiento de belleza, el deseo de imitarlos y la voluntad de corregirlos.
2- La investigación del primitivo origen o la fuente primera de la belleza.
3- El descubrimiento de las relaciones de las diferentes manifestaciones y la revelación de sus riquezas.
4- La interpretación de sus significados.
5- La identificación de sus fines.

Y en el ámbito de las letras, la estética estudia los recursos utilizados y los objetivos perseguidos por el artista; y desde un punto de vista clásico tiene por objeto de estudio la verdad, en los últimos siglos con la influencia de los medios de comunicación de masas, la estética se lleva al artista, en este caso al escritor a la introspección, estudiando la esencia del ser humano, sus sentimientos y percepciones. Para ilustrar más al lector, cito a Umberto Eco y su definición de la estética: Se entiende toda obra literaria como una obra inacabada hasta el momento en que entra en acción, la perspectiva del lector; su interpretación basada en su propio bagaje cultural y personal. Y por consiguiente existe la “estética literaria”, la que se refiere al objeto literario y logra disciplinar a la teoría literaria. Y me detengo en este punto, para definir y exponer lo que es la estética literaria, que es el campo disciplinado más general de la ciencia de la literatura. Tiene por objeto de estudios las ideas y conceptos, problemas y teorías o doctrinas de la poética, la crítica literaria, constituyendo la estética literaria el desenvolvimiento más comprensivo y filosófico de la ciencia de la literatura.

LA OBRA LITERARIA Y SUS DEFINICIONES

Le entrego al lector una creación personal de lo que es la narrativa, vale decir el cuento desde mi personal creación literaria, por supuesto basándome en hechos ya registrados cronológicamente conocidos comúnmente como la historia. Pero no es mi intención ser un historiador, porque no lo soy dilecto lector, ya que estaría faltando a mi rol de escritor. Yo recojo elementos de la historia para confeccionar y escribir un cuento propiamente tal. Según Ingarden, la obra literaria se define como: “Una formación puramente intencional que tiene la fuente de su ser en actos de conciencia creativos de su autor, cuyo fundamente físico, está en el texto escrito o en otro medio físico de reproducción”. Y me detengo en este punto, para enfatizar que una obra literaria es el resultado de la creatividad del autor, para ser leída y comprendida por el lector. Porque la obra literaria trasciende la conciencia del autor, para llegar al lector, dándole a este último, la posibilidad de dar un significado a la obra leída, desplegando su imaginación. Para Ingarden la estructura de un texto se determina por las maneras en que este puede ser realizado, definiendo al texto como una estructura potencial que se concreta gracias al lector. Para citar a otro autor, Iser, define a una obra literaria como: “Un registro documental de algo que existe o ha existido, una reformulación de una realidad ya formulada que trae al mundo algo que no existía antes”. Y me detengo en este punto para exponer que de esto se trata mi personal creación y escritura de un cuento. De tomar una realidad, y expresarla en mi plana como una nueva creación personal. Este es mi aporte. Porque Iser, plantea que la obra literaria tiene dos planos el artístico que es el creado por el autor, y esta es mi personal y literaria visión de lo que es mi literatura, y el otro estético que es dado por la concreción realizada por el lector. El proceso de la lectura, está concebido en virtud de una realidad dada por la actualización del texto que hace el lector. Ahora bien, dilecto lector. Entre los diferentes lenguajes que el hombre ha creado para expresar lo que ve, siente, piensa, y quiere ser la literatura es una de los más primigenios; porque se construye en su estrecha relación con el mundo.

EL TEXTO LITERARIO

El texto literario es aquel que forma parte de alguno de los géneros de la literatura y la escritura artística, en los que la forma otorgada al mensaje es de vital importancia, tanto como en contenido del mismo. Se diferencia de otros tipos de textos, por sus intenciones estrictamente estéticas. Su creación ha acompañado al hombre desde épocas remotas, en los llamados géneros literarios. Umberto Eco, define el texto literario en contraposición a otros tipos de textos, el que permite no sólo la interpretación semántica de los textos, sino que además potencia una interpretación crítica: “La interpretación semántica o semiótica es el resultado del proceso por el cual el destinatario, ante la manifestación lineal del texto, la llena de significado. La interpretación crítica o semiótica es, en cambio, aquella por la que se intenta explicar por qué razones estructurales el texto puede producir esas (u otras, alternativas) interpretaciones semánticas”. El texto literario, es una obra de arte, que antepone el lenguaje al contenido. No es que el contenido, no sea importante; sino que lo que prima en un texto literario es la estética literaria. Porque el escritor maneja el lenguaje y lo resignifica a fin de que sea creada su obra de arte. El lenguaje es manipulado de una manera formal y literaria. La finalidad de un texto literario, es artística, no utilitaria, ya que es una obra de arte puramente subjetiva; porque el escritor es libre de elegir el estilo y tono de su escritura; apareciendo en él por lo general figuras literarias. El texto literario puede pertenecer a varios géneros, los tres mayores son: narrativo (cuento y novela, por ejemplo), lírico (poesía) y dramático (teatro escrito). La división en géneros depende de la elección de la forma de escribir, ya sea en verso, en prosa, o prefiriendo el diálogo. El texto literario se diferencia de otros en primer lugar por su intención comunicativa, predominantemente estética, vale decir artística: Constituyen una manifestación de la actividad humana, mediante la cual el autor expresa una visión personal, por medio de recursos lingüísticos. En el texto literario, se crea un mundo de ficción por un proceso de imitación de la realidad, y el mundo creado en el texto literario es imaginario. Y en su proceso de creación los textos literarios se ajustan a determinados modelos, los cuales determinan su género, en este caso el cuento o relato. Así una obra literaria es lírica, narrativa, o dramática. Ahora bien, un texto estético supone siempre una intencionalidad, es decir una manipulación de la expresión que provoca un reajuste del contenido, al producir un tipo de función profundamente original. Va a reflejar de algún modo en los códigos que sirven de base a la operación estética, con lo que provoca un proceso de cambio de códigos. Toda esa operación, produce con frecuencia un nuevo tipo de visión del mundo.

CARACTERÍSTICAS DEL TEXTO LITERARIO

- Originalidad: El lenguaje literario es un acto de creación consciente de un emisor que es el escritor, con voluntad de originalidad. El lenguaje literario debe ser inédito, extraño, siempre original.
- Voluntad artística: Se usa el lenguaje con una voluntad artística, es decir, intentando crear una obra de arte. Existe una finalidad estética.
- Especial intención comunicativa: Este lenguaje no tiene una finalidad práctica, sino estética.
- Desviación: concepto: Llamamos así a la " recurrencia " o repetición en un texto breve de unidades lingüísticas de cualquiera de los niveles, es decir, aparición estadísticamente superior de una unidad determinada si la comparamos con su frecuencia de aparición en el lenguaje "normal".
- Lo connotativo: Es un lenguaje esencialmente connotativo. Se utiliza un lenguaje abierto a la evocación y a la sugerencia a través de los significados secundarios de las palabras: además es posible provocar nuevas connotaciones, propias de cada lector, de cada autor o de cada época en que se recree, al leerlo. En este sentido, hablamos de plurisignificación.
- Mundo propio: El mensaje crea sus propios mundos de ficción cuyos referentes no han de corresponder necesariamente con la realidad exterior. El lector no conoce el contexto hasta que lee.
- Importancia del significante: En un mensaje literario, el significante puede estar motivado: musicalidad, aliteraciones, simbolismos fónicos... En general, podemos hablar de la importancia de la forma.
- La función poética: El lenguaje desempeña una función estética o poética cuando llama la atención sobre sí mismo, sobre la manera de decir las cosas. El texto literario se caracteriza por la especial atención que recibe el mensaje.
- Intención poética: A diferencia de otras formas de texto, los escritos literarios ofrecen una experiencia estética al lector: una lectura de la cual se desprende un aprendizaje de tipo espiritual, un asombro ante el funcionamiento del texto mismo, en lugar de la adquisición de un conocimiento específico, como ocurriría, por ejemplo, con la lectura de un periódico o de las instrucciones para usar un electrodoméstico.
- Subjetividad: El texto literario es fruto de dos sensibilidades en contacto: la del autor y la del lector. En ese sentido, no se trata de un texto objetivo, informativo, que busque explicarle al lector cosas sobre la realidad, sino a menudo cuestionarla desde un punto de vista subjetivo, desde un abordaje original e irrepetible.
- Espíritu de la época: Al mismo tiempo, los textos literarios capturan el llamado “espíritu de la época”, que es como se llama al sentir colectivo que caracteriza a una comunidad o a una civilización entera durante un período específico. Por ejemplo, las novelas existencialistas capturaron el pesimismo y la depresión posterior a las dos Guerras Mundiales (Primera y Segunda) a mediados del siglo XX.
- Lenguaje: El manejo del lenguaje en los textos literarios es, cuando menos, particular, diferente. Un texto literario puede permitirse rupturas con la norma gramatical (sobre todo frecuentes en la poesía) con fines estéticos, y en líneas generales, una utilización del lenguaje no como herramienta para transmitir información, sino como materia para fabricar la obra de arte. El “estilo” de un escritor es, en ese sentido, su manera particular y original de emplear el lenguaje.
- Gratuidad: La lectura de los textos literarios se lleva a cabo de manera gratuita, es decir, de manera libre, sin objetivos específicos y sin utilidad alguna. Oscar Wilde, famoso escritor británico, decía que el arte es “profundamente inútil”, ya que no cumple con cometido pragmático alguno en la vida de sus lectores, como no sea el enriquecimiento espiritual o el entretenimiento.
- Ficcionalidad: Los textos literarios son, en su mayoría, obras de ficción (sobre todo la narrativa). Esto es, relatan eventos que no ocurrieron realmente, sino que proceden de la imaginación y la inventiva del autor, quien reelabora la realidad conforme a su mirada particular del mundo y a sus sensibilidades específicas.
- Verosimilitud: A pesar de ser de naturaleza ficcional o imaginativa, los textos literarios son verosímiles, es decir, creíbles. Su funcionamiento depende de un “pacto de suspensión de la incredulidad” entre el autor y el lector, en el que este último se compromete a leer el texto como si fuera cierto, a pesar de estar consciente de que no lo es. A cambio, el autor le promete construirlo de manera tal, que el artificio se sostenga hasta la última página.
- Carácter imitativo: Los textos literarios imitan a la realidad, es decir, la copian, la reformulan, la emplean como materia prima para la construcción de la obra literaria. En ese sentido, se dice que los textos literarios son “miméticos”: son representaciones, imaginaciones, versiones de la experiencia real.
- Géneros literarios: Existen formas puntuales de textos literarios, que se distinguen entre sí conforme a sus reglas generales de funcionamiento, y que son:
- Narrativa. Textos literarios en los que se despliega un relato, a cargo de la voz de un narrador. Estos relatos contienen personajes y eventos más o menos ficcionales, incluso fantásticos, plasmados de manera original y creíble.
- Poesía. Uno de los géneros más difíciles de definir, ya que puede adquirir una multiplicidad de formas. Se trata de una descripción poética, mediante un lenguaje figurado o metafórico, de alguna experiencia relevante en la subjetividad del autor.
- Dramaturgia. La escritura de textos destinados a una representación teatral, a cargo de actores y en un escenario determinado. Carecen de narrador, a pesar de representar relatos también.
- Legitimación: Los textos literarios perduran en el tiempo, transmitiéndose de generación en generación, pues se los considera valiosos, pertinentes e importantes para la educación de los ciudadanos futuros. En ese sentido, existen aparatos de legitimación de las obras, es decir, que eligen cuáles perduran y cuáles se dejan de lado, cuáles son valiosas para la sensibilidad de una época y cuáles no tanto. Así, suele decirse que la literatura es una construcción de tipo histórico.

EL TEXTO LITERARIO Y EL LECTOR

En el texto literario, el lector cobra un papel significativo ya que debe trabajar mediante la lectura y su imaginación, y reflexión para completar la obra y reconstruir el mensaje del texto y del escritor. Los lectores comprenden una obra de diferente forma de acuerdo a sus experiencias, el contexto sociocultural donde es leído el texto, sus lecturas previas, y sus conocimientos. Y la finalidad del texto literario es hacer reflexionar a los lectores, cautivarlos a través de las palabras y transmitir un mensaje de enseñanza. Todo esto es expresado y escrito con un lenguaje que logra embellecer la estética del texto. El autor se apoya en tres pilares fundamentales a la hora de crear un texto literario:

Narración: Cuenta los hechos. Los hechos se sitúan siempre en un tiempo determinado. La narración puede ser lineal o no.
Descripción: Caracteriza personajes, lugares, tiempos, situaciones y objetos. La descripción nos sitúa dentro de la trama donde se desarrollará la acción.
Diálogo: Mediante el diálogo conversan los personajes. Es una forma de agilizar la narración y desarrollar acciones.

Los textos literarios se articular y desarticulan entre sí, y se mezclan con las historias, porque una de las funciones pedagógicas del texto literario, es la formación del lector. Ya que el texto es una producción escrita que permite transmitir un mensaje de un emisor, que es el creador del texto, vale decir el escritor a un receptor, que es el lector. Porque una obra no es solamente el texto escrito, creado por el escritor, es la creación hecha por el lector a partir de la interpretación del texto literario, y necesita para su existencia al lector. A partir de esta afirmación, podemos citar que la literatura, no tiene otra función que crear un diálogo entre el mundo del lector, y el mundo del libro. El hecho de crear literatura, significa abordar el horizonte de expectativas que guía, para enriquecer la lectura, y potenciar la construcción de vínculos significativos entre el lector y la literatura, por el conocimiento cultural del lector. Porque toda experiencia de lectura, es en sí una experiencia estética, que es vivida por el lector a partir de su sentir y su relación con el mundo de los textos. Porque al reconocer los rituales y las opiniones que se construyen alrededor de la lectura y la literatura, significa reconocer al lector como receptor y artífice de su propio aprendizaje personal.

FIN.


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