DE LA FICCIÓN HISTÓRICA A LA LITERATURA
“Cada estado social trae su expresión a la
literatura, de tal modo, que por las diversas fases de ella pudiera contarse la
historia de los pueblos, con más verdad que por sus cronicones y sus décadas”.
José martí
Desde que el hombre es
hombre, y desde que el mundo es mundo, ha existido la necesidad de escribir.
Sí, y me detengo en este punto, porque es preciso establecer, la diferencia
entre el hombre y animal, expresada en el más complejo sistema de comunicación,
sí señor lector, me refiero al lenguaje. Pero es mi deber como escritor, situar
al lector en un contexto histórico de referencia, para dar bases precisas al
presente prólogo: La separación entre lo que conocemos como historia y
literatura, se dio a fines del siglo XVIII, al plantearse qué, la historia
estaba regida por las reglas de la retórica. Y a grandes rasgos, la retórica
forma parte directa de lo que es la literatura, hasta nuestros días. A fines
del siglo XIX, la historia se independiza, vale decir se separa de la
literatura como una disciplina aparte, al asumir la racionalidad, y el método
científico. Porque aspectos comunes que eran tanto de la historia como de la
literatura, me refiero a la mimesis y la retórica, fueron quedando excluidos
por los historiadores. Pero en el presente estudio, voy a enfatizar en la
consumación del lenguaje, en su máxima expresión, no es el idioma, no se
confunda, señor lector, me refiero a, “la escritura”. Porque para que todo
hecho sea registrado en los informes, que el hombre llama historia, ha debido
echar mano a lo que conocemos como la escritura. Pero es pertinente e
indispensable, establecer los límites entre lo que es la realidad y la ficción.
Y añado una opinión personal, que he leído y documentado en las páginas del
internet: “Toda leyenda tiene alguna base de verdad”. Y todo literato que se
precie de tal, debe tener un dominio histórico de la temática tratada en sus
obras, señor lector. Y se desprenden de la historia, los géneros literarios
como: Novela, cuento, mito, fábula y leyenda, e incluso la misma poesía lírica,
que efectivamente narra historia. Pero yo establezco para orientar directa y
personalmente a usted, señor lector en el género que mi pluma va a decorar la
plana, me refiero a la narrativa. O cuento para más normal comodidad. La
historia señores, se ha escrito desde el comienzo de los tiempos, con todos sus
hechos que la van sucediendo etapa a etapa. Y frente a esto la literatura, no
puede quedar exenta de expresar su opinión, ya que ella plantea el reflejo de
los acontecimientos de una era determinada. O desde un punto de vista poético,
-porque estoy hablando de literatura-, como dijo Neruda: “El poeta es el
cronista de su época”. Porque los cambios literarios, responden a procesos
sociales y culturales, propios del devenir del pasar de las épocas. Salió
bonito eso. Y como se relacionan entre sí, primero la historia y luego la
literatura, hay una directa en inseparable relación entre estas dos
maravillosas disciplinas, nutriéndose entre sí; porque toda referencia
histórica a la que alude la literatura, es válida de acuerdo al contexto del
autor. En este caso al escritor, y aquí es donde se demuestra y al mismo tiempo
se exige que yo como escritor, estoy en el deber de educar e ilustrar al
lector, con los elementos y materias que están dentro de mis personales y
literarias capacidades. A lo largo del devenir de la historia, surgen
paralelamente las corrientes literarias; pero en mi caso personal de escritor,
yo individualmente planteo mis teorías literarias, y la presente en este libro
es la de:
TEORÍA LITERARIA DE LA HISTORIA Y LA LITERATURA
Porque para dar un
punto de partida, de y a la creación literaria, se debe manejar (por parte del
escritor), una información solidificada. En otras palabras, hay que hablar, y
en este caso escribir con bases. Y en el presente libro, yo recojo una
información histórica, y la proceso según mis habilidades creativas y
literarias para estampar en la plana, por medio de mi pluma el resultado,
clasificado en lo que los eruditos determinan con la categorización de creación
literaria. Pero vamos más de lo general a lo particular, me refiero a un texto
que responde a los parámetros de, lo que cité anteriormente: Vale decir la
narrativa. Claro que en el presente prólogo, pretendo ser aún más específico,
yo le doy la tipificación puntual de “cuento histórico y literario”.
Puntualmente por la temática y argumentos, además de sus personajes tratados en
cuestión. Porque en este caso puntual, mi estilo particular de cuento histórico, es el reflejo de una sociedad y
una época determinada, de acuerdo a lo que va en lo que yo determino
personalmente en el estilo de narración. Pero no pretendo asumir el rol del
historiador, no sabio y dilecto lector. Mi intención es solamente la de
escribir un cuento, y como lo dije anteriormente, en este caso puntual, un
cuento histórico. Entregándole al lector, de una manera insinuada, pero que
están presentes en la plana, los elementos de juicio por los cuales sitúo a la
historia que estoy contando. Y para exponer un planteamiento aclaratorio a
usted, señor lector que prefiere mi pluma, le planteo que la narrativa, vale
decir la literatura, revela tanto la historia, la realidad y la ficción. Y como
lo diría Hayden Hite, la ficción toma el texto y lo transforma en una historia
de carácter trágico, cómico, o romántico. Porque como señala este autor, la
narrativa histórica, les da a los eventos una coherencia ilusoria, al darles
significación y veracidad, para rechazar el caos, al crear continuidad y
significado, por el uso de las formas literarias pre-existentes. Todo literato
que se precie de buen escritor, antes de lanzarse a la plana, debe realizar -y
es lo que yo enfaticé en este libro-, una investigación, para no caer en
errores en lo que es la escritura, aunque se esté trabajando en el género de la
ficción. En mi caso particular de esta obra, en el género de la “ficción
histórica”. Porque el escritor, puede permitirse la licencia y libertad de
crear o aportar pensamientos e ideas propias en el argumento de cuento
histórico determinado, y esta vendría siendo la principal diferencia entre
escritor e historiador, o un biógrafo. Y para finalizar mi presente teoría, me
veo en la necesidad de plantear, que es muy difícil separar a la historia de la
literatura, considerando a las fuentes históricas, como literarias, porque toda
argumentación es un texto que responde a los estilos particulares de la época
en la cual, fueron escritos.
FIN
DE LA FICCIÓN HISTÓRICA A LA LITERATURA
“Cada estado social trae su expresión a la
literatura, de tal modo, que por las diversas fases de ella pudiera contarse la
historia de los pueblos, con más verdad que por sus cronicones y sus décadas”.
José martí
Desde que el hombre es
hombre, y desde que el mundo es mundo, ha existido la necesidad de escribir.
Sí, y me detengo en este punto, porque es preciso establecer, la diferencia
entre el hombre y animal, expresada en el más complejo sistema de comunicación,
sí señor lector, me refiero al lenguaje. Pero es mi deber como escritor, situar
al lector en un contexto histórico de referencia, para dar bases precisas al
presente prólogo: La separación entre lo que conocemos como historia y
literatura, se dio a fines del siglo XVIII, al plantearse qué, la historia
estaba regida por las reglas de la retórica. Y a grandes rasgos, la retórica
forma parte directa de lo que es la literatura, hasta nuestros días. A fines
del siglo XIX, la historia se independiza, vale decir se separa de la
literatura como una disciplina aparte, al asumir la racionalidad, y el método
científico. Porque aspectos comunes que eran tanto de la historia como de la
literatura, me refiero a la mimesis y la retórica, fueron quedando excluidos
por los historiadores. Pero en el presente estudio, voy a enfatizar en la
consumación del lenguaje, en su máxima expresión, no es el idioma, no se
confunda, señor lector, me refiero a, “la escritura”. Porque para que todo
hecho sea registrado en los informes, que el hombre llama historia, ha debido
echar mano a lo que conocemos como la escritura. Pero es pertinente e
indispensable, establecer los límites entre lo que es la realidad y la ficción.
Y añado una opinión personal, que he leído y documentado en las páginas del
internet: “Toda leyenda tiene alguna base de verdad”. Y todo literato que se
precie de tal, debe tener un dominio histórico de la temática tratada en sus
obras, señor lector. Y se desprenden de la historia, los géneros literarios
como: Novela, cuento, mito, fábula y leyenda, e incluso la misma poesía lírica,
que efectivamente narra historia. Pero yo establezco para orientar directa y
personalmente a usted, señor lector en el género que mi pluma va a decorar la
plana, me refiero a la narrativa. O cuento para más normal comodidad. La
historia señores, se ha escrito desde el comienzo de los tiempos, con todos sus
hechos que la van sucediendo etapa a etapa. Y frente a esto la literatura, no
puede quedar exenta de expresar su opinión, ya que ella plantea el reflejo de
los acontecimientos de una era determinada. O desde un punto de vista poético,
-porque estoy hablando de literatura-, como dijo Neruda: “El poeta es el
cronista de su época”. Porque los cambios literarios, responden a procesos
sociales y culturales, propios del devenir del pasar de las épocas. Salió
bonito eso. Y como se relacionan entre sí, primero la historia y luego la
literatura, hay una directa en inseparable relación entre estas dos
maravillosas disciplinas, nutriéndose entre sí; porque toda referencia
histórica a la que alude la literatura, es válida de acuerdo al contexto del
autor. En este caso al escritor, y aquí es donde se demuestra y al mismo tiempo
se exige que yo como escritor, estoy en el deber de educar e ilustrar al
lector, con los elementos y materias que están dentro de mis personales y
literarias capacidades. A lo largo del devenir de la historia, surgen
paralelamente las corrientes literarias; pero en mi caso personal de escritor,
yo individualmente planteo mis teorías literarias, y la presente en este libro
es la de:
TEORÍA LITERARIA DE LA HISTORIA Y LA LITERATURA
Porque para dar un
punto de partida, de y a la creación literaria, se debe manejar (por parte del
escritor), una información solidificada. En otras palabras, hay que hablar, y
en este caso escribir con bases. Y en el presente libro, yo recojo una
información histórica, y la proceso según mis habilidades creativas y
literarias para estampar en la plana, por medio de mi pluma el resultado,
clasificado en lo que los eruditos determinan con la categorización de creación
literaria. Pero vamos más de lo general a lo particular, me refiero a un texto
que responde a los parámetros de, lo que cité anteriormente: Vale decir la
narrativa. Claro que en el presente prólogo, pretendo ser aún más específico,
yo le doy la tipificación puntual de “cuento histórico y literario”.
Puntualmente por la temática y argumentos, además de sus personajes tratados en
cuestión. Porque en este caso puntual, mi estilo particular de cuento histórico, es el reflejo de una sociedad y
una época determinada, de acuerdo a lo que va en lo que yo determino
personalmente en el estilo de narración. Pero no pretendo asumir el rol del
historiador, no sabio y dilecto lector. Mi intención es solamente la de
escribir un cuento, y como lo dije anteriormente, en este caso puntual, un
cuento histórico. Entregándole al lector, de una manera insinuada, pero que
están presentes en la plana, los elementos de juicio por los cuales sitúo a la
historia que estoy contando. Y para exponer un planteamiento aclaratorio a
usted, señor lector que prefiere mi pluma, le planteo que la narrativa, vale
decir la literatura, revela tanto la historia, la realidad y la ficción. Y como
lo diría Hayden Hite, la ficción toma el texto y lo transforma en una historia
de carácter trágico, cómico, o romántico. Porque como señala este autor, la
narrativa histórica, les da a los eventos una coherencia ilusoria, al darles
significación y veracidad, para rechazar el caos, al crear continuidad y
significado, por el uso de las formas literarias pre-existentes. Todo literato
que se precie de buen escritor, antes de lanzarse a la plana, debe realizar -y
es lo que yo enfaticé en este libro-, una investigación, para no caer en
errores en lo que es la escritura, aunque se esté trabajando en el género de la
ficción. En mi caso particular de esta obra, en el género de la “ficción
histórica”. Porque el escritor, puede permitirse la licencia y libertad de
crear o aportar pensamientos e ideas propias en el argumento de cuento
histórico determinado, y esta vendría siendo la principal diferencia entre
escritor e historiador, o un biógrafo. Y para finalizar mi presente teoría, me
veo en la necesidad de plantear, que es muy difícil separar a la historia de la
literatura, considerando a las fuentes históricas, como literarias, porque toda
argumentación es un texto que responde a los estilos particulares de la época
en la cual, fueron escritos.
FIN
2 comentarios:
asdasd
bueno yo siempre he encontrado las creaciones de munir algo magicas y yo como poeta no puedo dejar de elojearlo
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