lunes, 12 de octubre de 2020

EL GRAN ESCAPISTA


“Mi trabajo me ha dado un profundo conocimiento sobre las ilusiones y muchos años de experiencia en mostrarlas a personas de todo tipo”. 
Harry Houdini.




 El 24 de marzo de 1874, llegó al mundo uno de los artistas que con el tiempo sería, recordado como uno de los mayores magos y escapistas de la historia, Erik Weisz, conocido mundialmente como Harry Houdini. Quien de niño y para ayudar a su familia, empieza tempranamente a trabajar vendiendo periódicos y lustrando zapatos. Un día su padre el rabino Mayer Samuel, le presenta al doctor Lynn, un mago viajero, del cual el joven Erik se interesó apasionadamente por el arte de la actuación. Y cuando tenía nueve años, Erik y sus amigos formaron un pequeño circo, actuando el 28 de octubre de 1883 con el nombre de The Prince of the Air, debutando el pequeño Erik como contorsionista y trapecista. Posteriormente el joven Erik se marchó de su casa en busca de fortuna con circos y espectáculos ambulantes. Durando un año fuera de casa, y regresó a ella cuando su familia se había trasladado a Nueva York, y contando con trece años de edad empieza a aprender tempranamente los misterios de la magia; y además a competir en natación. Entonces el joven Erik estudiando las artes de la magia, consigue un libro llamado de memorias llamado The Memoirs of Robert-Houdin, que convirtió en su ídolo; y de esta forma el joven Erik decide utilizar el apellido del mago, añadiéndole una i para indicar el parecido a Houdini. Claro que sus inicios en el mundo del espectáculo fueron en 1882 como trapecista, pero finalmente se dedicó a la magia. Siendo un profesional en todas las ramas, y adquiriendo fama por sus escapismos imposibles, gracias a la gran resistencia física que adquirió por la rigurosa disciplina de la natación, y el atletismo. Su dedicación profesional a la magia, lo convirtió en un erudito en la historia de la magia, que la concebía como un espectáculo en sí mismo y demostró sus habilidades para liberarse del interior de cajas fuertes arrojadas al mar, de camisas de fuerza colgado boca debajo de rascacielos, de diversos tipos de esposas, cuerdas, baúles cerrados con candados y cadenas de cualquier tipo. Uno de los escapes clásicos del joven Houdini, es “la Metamorfosis”, que consistía en que el escapista era atado e introducido dentro de un saco, y a su vez dentro de un baúl; todo ello era atado y sujeto con fuertes candados. Entonces una ayudante subía encima del baúl, levantaba una cortina y al instante siguiente la cortina la cortina bajaba mostrando a un Houdini liberado en el lugar que ocupaba la ayudante. Posteriormente se abría el baúl y se desataba todas las cuerdas del saco, para mostrar a la asistente dentro de la caja. Y tan famosa ayudante en el número de la metamorfosis era Beatrice Rahner, quién posteriormente sería la esposa de Harry Houdini. Sus habilidades para liberarse de ataduras con esposas, cadenas con candados, y otros números complicados encantaban al público. Así que de esta forma Houdini realizó un viaje por Europa, con mucho éxito y aumentando así su propia leyenda. Uno de sus grandes números consistía en presentarse en una ciudad, ante el jefe de policía local, o en la prisión, visto por un grupo de periodistas. Proponía su reto que era publicado en los periódicos, y luego comentado en la ciudad. Entonces el escapista era encerrado, atado o encadenado, y al liberarse su reto obtenía promoción en la prensa. Con esto aumentaba su imagen y percepción de sus hazañas. También dentro de sus logros que ofrecía estaba el de ser examinado desnudo para que probaren en él nuevos candados, grilletes, esposas, o dispositivos fabricados por la gente del lugar, logrando salir siempre airoso en este tipo de demostraciones peligrosas. Houdini con esto es considerado el mejor escapista de todos los tiempos, y precursor de muchas de sus hazañas y retos. Logró escapar de cuerdas, cadenas, camisas de fuerza, todo tipo de esposas, barriles, cajas, baúles, bidones, bolsas, sacos, ataúdes, jaulas, y habitaciones cerradas. El público que tenía deseaba que triunfara y que fallara, porque la sensación de peligro inminente estaba presente en cada uno de sus números. Y ante eso el público parecía emocionarse más cuando la hazaña se hacía a la vista. De esta forma algunos de sus escapes, se convirtieron en clásicos, como el de la camisa de fuerza, y otros los hacía en secreto detrás de una discreta cortina, donde sus ayudantes no podían entrar, pero tampoco nadie del público podía ver sus técnicas secretas. En algunos escapes demoraba unos pocos minutos, y en otros llegó a tardar más de una hora. Harry Houdini empezó con el tiempo a inventar nuevos retos y desafíos como parte de su espectáculo en teatros, con el afán de conseguir lo imposible y causar más sensación. Uno de sus retos fue el bidón de leche; que consistía en un angosto bidón relleno de agua en el que era sumergido completamente y del que escapaba tras unas cortinas, fuera de la vista del público, que le pedía contener la respiración tanto como él mientras intentaba escapar, a la vez que un gran reloj mostraba el paso de los minutos. Y el número consistía en que solía escapar al poco de entrar, a veces se sentaba un rato, leía le periódico mientras que la orquesta tocaba música, para darle más emoción el número; entonces levantaban la cortina y aparecía Houdini, culminando el número de una forma triunfante. Ahora para lograr la perfección en sus números el gran escapista Houdini hizo algo que es común en escapistas y especialistas en retos y proezas físicas: logró entrenar hasta el límite. Se sumergía en una bañera de agua llena de bloques de hielo. Y con la práctica pudo aguantar hasta tres minutos sin respirar. Esta habilidad le permitiría enfrentarse a muchos retos, mejor preparado que cualquier persona, en incluso atletas; porque estas hazañas son el resultado de una fuerza física, habilidad y técnicas casi sobrehumanas. Y con estas habilidades, el gran Houdini se obsesionó con la muerte; ya que casi todos sus retos supusieron un enfrentamiento directo con un riesgo mortífero, desafiando un peligro real que cautivaba al público, de tal forma que algunos espectadores abandonaban la sala antes de que terminara el espectáculo. Y con esto muchos de sus retos tenían como protagonista precisamente la inversión en agua, en los que el gran escapista terminaba burlando a la muerte. Otro de sus grandiosos números fue la Cámara de Tortura China, que consistía en un gran acuario en donde era sumergido; colgado boca abajo por los pies, y de donde escapaba al cabo de interminables minutos. Y lo último que se veía antes de que lo cubriera una cortina, era su cara sumergido y golpeando el cristal. Una vez que el gran escapista Houdini alcanzó la fama de estrella internacional, fue mejorando y modificando sus números cada vez más, promocionándolos como muestra de coraje y valor. Se lanzaba atado desde puentes, era sumergido en cajas cerradas, y siempre emergía triunfante y victorioso. Una de sus proezas que congregaba a mucho público, era la de escapar de una camisa de fuerza suspendido boca abajo, colgando de una cuerda en una gran grúa. Esta hazaña la realizó en Nueva York y en Washington, además de otras ciudades. Claro que el costo humano que debía pagar era alto, ya que terminaba adolorido, así que el gran escapista Houdini, empezó a buscar otras salidas artísticas para entretener a su público. De esta forma montó un espectáculo propio en Broadway, con un número que consistía en la desaparición en el escenario de un elefante. También quiso ser recordado como uno de los pioneros en la aviación, siendo la primera persona en volar por Australia. Con el tiempo Houdini incursionó en el cine, participando en películas de acción como protagonista; pero como actor cinematográfico, no tenía el mismo talento que como escapista; ya que en el cine sus escapes el público los consideraba trucos de cámara, y no eran tan efectivos como en directo. Y siguiendo la veta cinematográfica, Houdini probó suerte como empresario de la industria del cine, pero luego abandonó esta empresa. También escribió algunos libros describiendo sus hazañas, y completó una gran biblioteca personal con libros sobre magia de todas las épocas, siendo considerado un escéptico en estas materias. La última parte de su carrera Houdini la dedicó a desenmascarar a los falsos espiritistas; ya que los avances en ciencias, la electricidad, y el cambio de siglo produjeron un resurgimiento de las ciencias de lo paranormal: siendo éstas cuestiones poco entendidas, pero misteriosas y fascinantes para el gran público que llenaban los salones de espectáculos para ver a los espiritistas. Porque el gran escapista Houdini, nunca creyó en el espiritismo, y se enfureció cuando una médium intentó contactar con el espíritu de su fallecida madre, ya que el mensaje que le transcribió estaba en inglés y su madre hablaba alemán, húngaro, y yidis. Como el gran Houdini dedicó años de su vida luchando contra lo paranormal, diseñó un reto definitivo posterior su propia muerte, que ocurrió el 31 de octubre de 1926, a la edad de 52 años, causada por una peritonitis. Entonces el gran escapista Houdini creó un código secreto que compartió con su esposa Bess consistente en diez palabras secretas. Si alguna vez se contactaba alguna médium desde el más allá, el gran Houdini usaría estas palabras, de modo que su esposa Bess pudiera tener la certeza de que el contacto sería genuino. Ante esto diversos espiritistas aseguraron haber entrado en contacto con el espíritu de Houdini, especialmente Arthur Ford; claro que su mujer Bess nunca recibió el código secreto, porque todo esto fue una empresa sin éxito. Con el tiempo pasaron diez años, y su mujer Bess celebró una última sesión sin éxito alguno, apagando una vela que simbólicamente había mantenido encendida junto a la fotografía de Houdini. De esta forma, el 31 de octubre de 1926, fallece a causa de una peritonitis, una de las leyendas de la magia de todos los tiempos, Houdini, quién pudo escapar de todas las trampas, menos de nuestra imperdurable memoria. 
 FIN

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